sábado, diciembre 25, 2004

Steven Lawrence is back!

¡Epale a todos! Como por lo general saludo a mis amigos. He estado alrededor de unas 2 o 3 semanas ausente debido a una terrible depresión que me lanzó a un abismo. Las razones las conoce el público en general que frecuenta este blog y que me conoce. Si hay algun desconocido seré lacólico: el amor. Esa palabra de 4 letras, 2 tontos afectados por una enfermedad, de la cual, uno solo termina muriendo fue la culpable de mi ausencia.

¿Dónde estuve metido todo este tiempo? En muchos sitios y en ninguno al mismo tiempo. La mayor parte del tiempo la he pasado fuera de mi casa, haciéndo miles de cosas. He ido a todo tipo de fiestas -desde quince años hasta bodas-, a toda clase de antros, decenas de restaurants, tiendas para carros, librerías, discotiendas por nombrar algunos sitios "comunes" en los cuales estuve. Todo con el objetivo de estar la menor cantidad de tiempo posible encerrado en mi casa para no deprimirme más. Vi decenas de películas, leí varios libros, viví muchísimas cosas que nunca pensé que viviría. Cosas que ameritan un libro -que pienso escribir en algun punto del juego- y que compartiré con todos ustedes poco a poco en este blog.

Sumido en la más oscura depresión toqué tan abajo, tan en el fondo que ya no sabía que más hacer. Empecé a leerme "El escritor y sus fantasmas" de Ernesto Sabato -uno de mis escritores favoritos, sin duda alguna- y terminé de confirmar algo que ya sabía: definitivamente nací para escribir. Es increible como un simple libro, un simple cúmulo de letras, palabras y oraciones puede cambiarte la vida tan radicalmente. Al leerlo no sólo me sentí orgulloso de hacer lo que hago, sino que me di cuenta de muchas cosas que ignoraba y otras cuantas que siempre pasaba por alto. En conclusión, por fin después de tantos años me di cuenta de como y porque debía escribir.

Siempre he escrito, al igual que Vallejo, para llenar un vacío en mi vida pero muchas veces me he privado de escribir ciertas cosas para "agradar" al público. Leyendo me di cuenta que el escritor tiene y debe escribir todo lo que le salga del alma. Así no sea captado por el público, así no agrade a primera vista, el escritor siempre tiene que escribir del corazón, del fondo, explorando los más reconditos espacios de su propio ser y mostrándole al público hasta donde puede llegar un personaje. Muchos se sentiran identificados, otros no, pero con el simple hecho de dejarle a la humanidad un legado, una historia con la cual una o dos personas se sientan identificadas, puedan vivirla al leerla y aprender de ella; sólo por eso habrá valido la pena el esfuerzo.

Al final terminé escribiendo para desahogarme. Descansar por un instante de estos fantasmas que me acosan y me consumen a cada instante. El resultado fue el primer capitulo de mi "nueva" novela, "Las plumas del cuervo". Hasta ahora, casi todos los que han leído dicho capítulo me han dado críticas favorables lo cual me devuelve un poco de la vida que el amor me quito. Steven Lawrence -su protagonista- no es un simple personaje, es una parte de mi. Una parte sumida en el dolor por la perdida de un amor y que sólo intenta aliviar el dolor de alguna forma. Mientras Steven busca un culpable, Luis Bond escribe, pero juntos -y unicamente juntos- pueden salir adelante... ¿Lo lograran?, yo apuesto todo a que si.

Por los momentos me despido y les adelanto que estaré a partir de hoy oficialemente de regreso. El próximo post que escribiré será dedicado a las navidades. Pero no desde el clásico enfoque que todos tienen -tanto los puristas que creen que las navidades de ahora son lo peor ni el de los optimistas que creen que es la mejor epoca del año-, escribire desde mi enfoque, el enfonque de un escritor.