lunes, enero 23, 2006

Las vueltas que da la vida...

Hola, sólo escribo estas escasas líneas para disculparme ante mis lectores por no haber publicado nada en todo este tiempo. Es difícil calificar la vida, aún más complejo intentar hablar sobre ella en un momento como éste. En fin, no le daré mas vueltas al asunto. El sábado, a las 12:20am, mi abuelita se murió. Le dio un infarto fulminante que le quitó la vida en menos de 5 minutos; fue algo rápido, sin agonía, sin máquinas ni inyecciones -que era su mayor temor-, ella siempre quiso morir de un infarto y Dios -quien últimamente no anda muy de buenas con nadie- le cumplió su última voluntad. El velorio fue todo el sábado y el domingo a las 9:00 am partió el cortejo fúnebre para el cementerio. Ya a las 11:00 am lo que quedaba de mi abuela yacía unos 8 metros bajo tierra.

Sé que la muerte de un familiar duele, pero cuando ese familiar es como tu segunda madre, el dolor se vuelve insoportable. Viví con mi abuela toda mi vida, ella me crió, me hacía la comida todos los días, dormía con ella... en fin, era la persona con la que más tiempo compartía en este mundo. Nos entendíamos perfectamente, casi nunca peleábamos y mi relación con ella no pudo ser mejor. Lo extraño de todo este asunto es que mi abuelita estaba perfectamente sana. No sufría del corazón, cuando sucedió todo no estaba molesta, al contrario, estaba de lo más tranquila conversando con mi madre. ¿Mi respuesta a todo esto? -si es que hay una-, fue el destino. Definitivamente le tocaba morirse. Igual, no tiene sentido filosofar al respecto. Lo único cierto es que mi abuelita no está y nunca podré describir con palabras su ausencia.

No pienso publicar aquí una biografía de mi abuela, sólo me limitaré a decir que era una mujer muy feliz, sana, tenía el mejor sentido del humor del mundo, era demasiado lúcida, bondadosa, correcta, ayudaba a todo el que podía y para tener 77 años, se conservaba mejor que mi madre y yo juntos. Si en este mundo existiesen más personas como mi abuelita, definitivamente este sería un lugar mucho mejor. Hoy, 23 de enero de 2006, cumplía 78 años. Irónicamente, en vez de estar todos reunidos en mi casa con mariachis, celebrando el cumpleaños de mi abuelita, estaremos en una iglesia rezando por su alma, todo en un fin de semana... ¿qué vueltas de la vida no?

"La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse"
Ernesto Sabato