miércoles, noviembre 28, 2007

¡Doble Post!: Conmemorativo y reflexivo

Happy B-Day Blue Fields!

¡Feliz cumpleaños al blog! Sí, después de 3 años de discontinuo funcionamiento, Blue Fields cumple 3 años. Espero poder seguir cumpliendo muchos años más acá (y publicando con más continuidad jeje) escribiendo y compartiendo con ustedes un poco de mi concepción del mundo. Mil gracias a los foráneos y lectores habituales, significa mucho para mí que se tomen un minuto de su tiempo para leerme. Sin ustedes este espacio carecería de sentido y, definitivamente, sin su apoyo hace años hubiese desistido con mi inconstante ritmo de publicación. Espero que sigan acompañándome y consiguiendo en Blue Fields cosas interesantes que los hagan reflexionar un poquito.

Tres razones para votar por el NO:

Mi compañero blogero Quiquex me dejó una tarea en su blog y, aunque entré tarde a revisarla, cumpliré con mi deber. A 3 días de la reforma, acá van mis 3 razones para votar por el NO:

1) Porque la reelección indefinida, aquí y en Marte, es dictadura.

2) Porque no se garantiza la propiedad privada (ya que el estado sólo respetará las propiedades que sean obtenidas por el trabajo). Se fregaron los jubilados que viven de alquilar un cuarto,y good bye a las herencias o sucesiones.

3) Porque el Estado no es quien para decidir en qué ocupo yo mi tiempo libre y mucho menos obligarme a meterme un chip socialista si yo no quiero.

Y puedo nombrar diez por cada artículo, pero sólo me limito a cumplir con la cadena, tarde pero seguro.


Concepciones NO personales acerca de la reforma...

Aunque he estado perdido del mapa, llevo bastante tiempo queriendo escribir algo acerca de la reforma. Como a todos los venezolanos, me preocupa todo este asunto del si y el NO; el país está de cabeza y parece que el fin del mundo se avecina este 2 de diciembre. Después de un par de párrafos escritos, desistí de publicar algo al escuchar en una conversación una cita que me pareció muy interesante y que quisiera compartir con ustedes. Creo que teniéndola en cuenta NO queda duda de la opción que deberíamos elegir en las urnas este domingo...

"En China no hay forma de conseguir buena comida para llevar a casa y en Cuba los habanos están racionados. Eso es todo lo que necesitas saber sobre el comunismo".
P. J. O'Rourke



domingo, noviembre 18, 2007

En busca de la lectura perdida

¡Hola a todos!, después de unas largas vacaciones en el blog, estoy una vez más de vuelta. La razón es de peso: por fin, luego de más de un año dedicado en cuerpo y alma a su lectura, terminé En busca del tiempo perdido. Aunque leí la última página hace exactamente 9 días, quería tomarme una semana para reflexionar al respecto. Además, deseaba escribir mi esperado post acerca de la obra en una fecha memorable. Hoy, 18 de noviembre, se cumplen 85 años de la muerte de Marcel Proust, el autor de En busca del tiempo perdido y uno de los más grandes escritores del siglo XX.

Inicialmente pensé escribir un review, pero resumir cada una de las 7 novelas que conforman En busca del tiempo perdido sería tan abominable como reducir La Capilla Sixtina a una estampilla. Hablar de esta obra es una tarea tan titánica como lo fue para Marcel Proust el escribirla. En sus casi 4000 páginas se tocan todos los temas que un libro pudiese abarcar, los motivos van desde el amor hasta cocina. Aunque esté catalogada como una novela, es una mezcla homogénea entre ficción, autobiografía, ensayo, crónica y poesía. Su narración también es irregular, al igual que el comportamiento del centenar de personajes que la pueblan. De esta manera, la estructura de la obra, en fondo y forma, funciona como una metáfora acerca de la multiplicidad que poseen los seres humanos y la percepción que tenemos de la vida (que no es más que la suma de muchas impresiones), tema que Proust explora como ningún otro escritor.

El narrador del libro, cuyo nombre jamás llega a conocerse y es alter ego de Proust, se aboca a escribir una obra sustentada en impresiones capaces de abolir el Tiempo y conectar el presente con el pasado. Para él, el fin máximo que persigue el arte es precisamente ese: capturar -sea en un cuadro, una melodía o en una novela- un instante de Tiempo puro, una impresión capaz de repetirse una y mil veces sin perder su belleza. Una tarea relativamente fácil para la música y la pintura -2 artes que se rigen por el subconsciente-, pero terriblemente complicada para el escritor. El autor tiene la difícil tarea de desintelectualizarse y dejarse guiar únicamente por la impresión para así poder capturarla. El lector de En busca del tiempo perdido, más allá de viajar por la vida del narrador, siente cada una de las cosas que suceden en la novela. Proust consigue con sus metáforas explicar cualquier situación -por bizarra que sea- y logra que cada lector se conecte con ella y la sienta.

Si bien es cierto que en todas sus páginas Proust esboza muchísimas teorías, dichas máximas siempre van acompañadas de otras impresiones, casi escondidas bajo las metáforas. Para el autor una obra plagada de teorías es de tan mal gusto como un regalo al que se le ha dejado el precio. En busca del tiempo perdido, no tiene como fin alcanzar la última verdad, sus páginas son únicamente la suma de una gran sensibilidad para observar el mundo y una capacidad de análisis envidiable. Los personajes y situaciones de la novela tienen una profundidad espasmódica, todos son dibujados a través de capas que se degradan o contraponen; al igual que los seres humanos, la naturaleza de cada uno de los elementos que componen la obra están en un constante proceso de cambio. El libro va directo al corazón y al intelecto; sólo valiéndose de metáforas Proust logra explicar lo inexplicable y desmitifica temas tan etéreos como el amor, los celos, la psicología, los sueños, la sexualidad, la muerte y el arte.

En busca del tiempo perdido es de los pocos libro capaces de hacer reír y llorar. Después de su lectura siento una enorme nostalgia, algo parecido a lo que se experimenta cuando se deja un lugar en el que se ha vivido mucho tiempo. Entre sus páginas conseguí muchísimas respuestas y, sobre todo, preguntas que jamás me hubiese formulado y que han cambiado dramáticamente mi percepción de las cosas. Gracias a Proust aprendí a fijarme todos lo días en el cielo, a disfrutar de los pequeños detalles de la vida, a cerrar los ojos y sentir... cambió para siempre el significado de muchísimas palabras (amor, celos, arte, tiempo, impresión y placer, sólo por nombrar algunas, jamás tendrán la misma acepción para mí). Por esto y por cientos de razones imposibles de escribir, he decido comenzar una campaña en pro de la lectura de Marcel Proust. Éste es el primero de una serie de post mensuales (partiendo de que pueda escribir semanalmente acá) que tendrán como último fin que todos se animen a leer, por lo menos, Un amor para Swann, una especie de pequeña novela que se encuentra en el primer tomo de En busca del tiempo perdido. Fue esa historia la que sirvió como detonante para enamorarme de Proust y, espero, que también les sirva a los valientes que deseen adentrarse en la obra.







-> Mis 7 tomos de En busca del tiempo perdido







P.D: Mi alto pana Fred me hizo un banner que pienso colgar en el blog para que cualquiera de ustedes que desee leer alguna novela de Proust se anime a usarlo y así propagar lentamente el movimiento en pro de En busca del tiempo perdido.