sábado, diciembre 29, 2007

¿Desperdicia tu vida?

¡Feliz navidad! jeje, algo tarde, pero lo que cuenta es la intención. Espero que la hayan pasado muy bien con todos sus seres queridos y que hayan recibido muchos regalos y bla, bla, bla (a estas alturas del juego deben estar hartos de las cadenas navideñas con buenos deseos y demás, no seré reiterativo en esto, simplemente les deseo lo mejor en esta fecha). Llevo tiempo organizando mi cuarto y entre inventariar libros y películas se me han ido las vacaciones. No me quejo, solo estoy harto del polvo y la alergia que me está matando.

Hace un par de días estuve navegando en internet buscando wallpapers widescreen para mi compu (¿no es irónico que la proliferación de los monitores anchos sea inversamente proporcional a la cantidad de fondos de pantalla que se encuentran para ellos en la red?). Después de vagar un buen rato caí en una página, exactamente en un foro de animación. En este pequeño rincón no había gran cosa que leer -sí, admito que muchas veces caigo en foros y termino enganchado leyendo alguna discusión inútil en la que me gustaría intervenir, pero que jamás tendría el ánimo para hacerlo-, lo que conseguí allí fue una pequeña imagen que me pareció muy curiosa y me dejó pensando un rato...

Hagan click en la imagen, es un "gif" animado y vale la pena verlo. Waste your life, be an artist (Desperdicia tu vida, se un artista). El mensaje siempre es el mismo mientras que aparece un muñequito ejerciendo todas las posibles ramificaciones del arte (desde un escultor hasta un dj).

¿Es realmente un desperdicio dedicarse al arte? Muchos dirían que sí, incluyendo a los mismos artistas. Lo más complejo que hay en el mundo es la creación: no se aprende, tampoco se puede medir con alguna puntuación, es netamente subjetiva y no hay formulas mágicas para que a todos les guste. Aunque todos los artistas trabajan por razones diferentes -sea por catarsis, sobrevivir, perdurar en la historia, ganar dinero o mover el mundo-, siempre el margen de riesgo es el mismo. ¿Qué tan fácil es fracasar en un mundo donde el arte se ha convertido en un espectáculo meramente comercial? Yo diría que el riesgo es demasiado grande, a veces tanto que es preferible ni siquiera pensar en correrlo.

Perdido el mundo o no, como en todos los tiempos, siempre hay un grupo de valientes que dan su vida por el arte. Esos obstinados que son considerados locos y al morir se convierten en genios, esos que, literalmente, desperdician su vida persiguiendo un ideal que jamás verán realizado. Bolaño decía que un poeta debe ser alguien valiente, yo aplicaría esa máxima a todos los artistas, sea cual sea su vocación. Hay que tener cojones para dedicar toda una vida a algo que ni siquiera el creador sabe a ciencia cierta qué es y que consume todo su tiempo. Dar sin esperar nada a cambio, la quintaesencia de cualquier religión y que sólo es practicada por los artistas.

Sea por exorcizar sus demonios internos, por cambiar un poco el mundo o por abrir una puerta nueva que nadie se ha atrevido a tocar -o una puerta desconocida, una que jamás llegó a ser vista, una que sólo existe en el artista y en el espectador que se interna en la obra del creador-, el artista gasta su tiempo, dinero, esfuerzo y su vida apostándolo todo al vacío. Confianza, arrogancia, algo de locura, tal vez insolencia o estupidez, el creador es el único que puede darse el lujo de pasar por el mundo, de sentirlo, de aprehender cualquier instante, de crear y recrear cualquier cosa -cualidad dual, bendita y maldita, ambas caras disfrutadas por igual. Algo todavía más importante: el artista es el único -junto con Jesús y otros héroes de la historia- capaz de sacrificarlo todo por amor, del puro y desinteresado, a su obra. ¿Será que si todos fuésemos un poquito artistas en nuestras cosas el mundo iría mejor?

¡Felicitaciones y mis respetos a todos aquellos valientes que escogieron el camino del arte! A ellos dedico mi último post del 2007, esperando entrar con honores en las filas artísticas del 2008.

lunes, diciembre 10, 2007

Reflexión de la semana (10/12/07)

¡Hola a todos! Después de celebrar la victoria de la democracia en Venezuela, acá estoy. Al igual que la mayoría de los universitarios que frecuentan el blog, me encuentro luchando con la última semana de clases, trabajos y demás quehaceres que quitan mucho tiempo. Por eso paso fugazmente a saludar y dejarles una reflexión. ¡Nos vemos en las vacaciones!

"... el verdadero rostro de la Historia pasa velozmente y sólo puede retenerse el pasado como una imagen que, al igual que el relámpago de la insolencia, emite, en el instante mis en que podemos verla, un resplandor que nunca volverá a verse. Sólo porque está muerto, somos capaces de leer el pasado."


Historia abreviada de la literatura portátil
- Enrique Vila-Matas



PD:
Moribundo (gracias al concierto de Soda Stereo) y emulando a Darth Vader fui a votar. Acá les dejo una muestra de mi espíritu democrático a prueba de bronquitis =p.



miércoles, noviembre 28, 2007

¡Doble Post!: Conmemorativo y reflexivo

Happy B-Day Blue Fields!

¡Feliz cumpleaños al blog! Sí, después de 3 años de discontinuo funcionamiento, Blue Fields cumple 3 años. Espero poder seguir cumpliendo muchos años más acá (y publicando con más continuidad jeje) escribiendo y compartiendo con ustedes un poco de mi concepción del mundo. Mil gracias a los foráneos y lectores habituales, significa mucho para mí que se tomen un minuto de su tiempo para leerme. Sin ustedes este espacio carecería de sentido y, definitivamente, sin su apoyo hace años hubiese desistido con mi inconstante ritmo de publicación. Espero que sigan acompañándome y consiguiendo en Blue Fields cosas interesantes que los hagan reflexionar un poquito.

Tres razones para votar por el NO:

Mi compañero blogero Quiquex me dejó una tarea en su blog y, aunque entré tarde a revisarla, cumpliré con mi deber. A 3 días de la reforma, acá van mis 3 razones para votar por el NO:

1) Porque la reelección indefinida, aquí y en Marte, es dictadura.

2) Porque no se garantiza la propiedad privada (ya que el estado sólo respetará las propiedades que sean obtenidas por el trabajo). Se fregaron los jubilados que viven de alquilar un cuarto,y good bye a las herencias o sucesiones.

3) Porque el Estado no es quien para decidir en qué ocupo yo mi tiempo libre y mucho menos obligarme a meterme un chip socialista si yo no quiero.

Y puedo nombrar diez por cada artículo, pero sólo me limito a cumplir con la cadena, tarde pero seguro.


Concepciones NO personales acerca de la reforma...

Aunque he estado perdido del mapa, llevo bastante tiempo queriendo escribir algo acerca de la reforma. Como a todos los venezolanos, me preocupa todo este asunto del si y el NO; el país está de cabeza y parece que el fin del mundo se avecina este 2 de diciembre. Después de un par de párrafos escritos, desistí de publicar algo al escuchar en una conversación una cita que me pareció muy interesante y que quisiera compartir con ustedes. Creo que teniéndola en cuenta NO queda duda de la opción que deberíamos elegir en las urnas este domingo...

"En China no hay forma de conseguir buena comida para llevar a casa y en Cuba los habanos están racionados. Eso es todo lo que necesitas saber sobre el comunismo".
P. J. O'Rourke



domingo, noviembre 18, 2007

En busca de la lectura perdida

¡Hola a todos!, después de unas largas vacaciones en el blog, estoy una vez más de vuelta. La razón es de peso: por fin, luego de más de un año dedicado en cuerpo y alma a su lectura, terminé En busca del tiempo perdido. Aunque leí la última página hace exactamente 9 días, quería tomarme una semana para reflexionar al respecto. Además, deseaba escribir mi esperado post acerca de la obra en una fecha memorable. Hoy, 18 de noviembre, se cumplen 85 años de la muerte de Marcel Proust, el autor de En busca del tiempo perdido y uno de los más grandes escritores del siglo XX.

Inicialmente pensé escribir un review, pero resumir cada una de las 7 novelas que conforman En busca del tiempo perdido sería tan abominable como reducir La Capilla Sixtina a una estampilla. Hablar de esta obra es una tarea tan titánica como lo fue para Marcel Proust el escribirla. En sus casi 4000 páginas se tocan todos los temas que un libro pudiese abarcar, los motivos van desde el amor hasta cocina. Aunque esté catalogada como una novela, es una mezcla homogénea entre ficción, autobiografía, ensayo, crónica y poesía. Su narración también es irregular, al igual que el comportamiento del centenar de personajes que la pueblan. De esta manera, la estructura de la obra, en fondo y forma, funciona como una metáfora acerca de la multiplicidad que poseen los seres humanos y la percepción que tenemos de la vida (que no es más que la suma de muchas impresiones), tema que Proust explora como ningún otro escritor.

El narrador del libro, cuyo nombre jamás llega a conocerse y es alter ego de Proust, se aboca a escribir una obra sustentada en impresiones capaces de abolir el Tiempo y conectar el presente con el pasado. Para él, el fin máximo que persigue el arte es precisamente ese: capturar -sea en un cuadro, una melodía o en una novela- un instante de Tiempo puro, una impresión capaz de repetirse una y mil veces sin perder su belleza. Una tarea relativamente fácil para la música y la pintura -2 artes que se rigen por el subconsciente-, pero terriblemente complicada para el escritor. El autor tiene la difícil tarea de desintelectualizarse y dejarse guiar únicamente por la impresión para así poder capturarla. El lector de En busca del tiempo perdido, más allá de viajar por la vida del narrador, siente cada una de las cosas que suceden en la novela. Proust consigue con sus metáforas explicar cualquier situación -por bizarra que sea- y logra que cada lector se conecte con ella y la sienta.

Si bien es cierto que en todas sus páginas Proust esboza muchísimas teorías, dichas máximas siempre van acompañadas de otras impresiones, casi escondidas bajo las metáforas. Para el autor una obra plagada de teorías es de tan mal gusto como un regalo al que se le ha dejado el precio. En busca del tiempo perdido, no tiene como fin alcanzar la última verdad, sus páginas son únicamente la suma de una gran sensibilidad para observar el mundo y una capacidad de análisis envidiable. Los personajes y situaciones de la novela tienen una profundidad espasmódica, todos son dibujados a través de capas que se degradan o contraponen; al igual que los seres humanos, la naturaleza de cada uno de los elementos que componen la obra están en un constante proceso de cambio. El libro va directo al corazón y al intelecto; sólo valiéndose de metáforas Proust logra explicar lo inexplicable y desmitifica temas tan etéreos como el amor, los celos, la psicología, los sueños, la sexualidad, la muerte y el arte.

En busca del tiempo perdido es de los pocos libro capaces de hacer reír y llorar. Después de su lectura siento una enorme nostalgia, algo parecido a lo que se experimenta cuando se deja un lugar en el que se ha vivido mucho tiempo. Entre sus páginas conseguí muchísimas respuestas y, sobre todo, preguntas que jamás me hubiese formulado y que han cambiado dramáticamente mi percepción de las cosas. Gracias a Proust aprendí a fijarme todos lo días en el cielo, a disfrutar de los pequeños detalles de la vida, a cerrar los ojos y sentir... cambió para siempre el significado de muchísimas palabras (amor, celos, arte, tiempo, impresión y placer, sólo por nombrar algunas, jamás tendrán la misma acepción para mí). Por esto y por cientos de razones imposibles de escribir, he decido comenzar una campaña en pro de la lectura de Marcel Proust. Éste es el primero de una serie de post mensuales (partiendo de que pueda escribir semanalmente acá) que tendrán como último fin que todos se animen a leer, por lo menos, Un amor para Swann, una especie de pequeña novela que se encuentra en el primer tomo de En busca del tiempo perdido. Fue esa historia la que sirvió como detonante para enamorarme de Proust y, espero, que también les sirva a los valientes que deseen adentrarse en la obra.







-> Mis 7 tomos de En busca del tiempo perdido







P.D: Mi alto pana Fred me hizo un banner que pienso colgar en el blog para que cualquiera de ustedes que desee leer alguna novela de Proust se anime a usarlo y así propagar lentamente el movimiento en pro de En busca del tiempo perdido.

martes, octubre 02, 2007

Una pequeña cuña...

¡Hola a todos! Paso por acá de milagro y aprovechando mis caóticas ocupaciones para hacer una cuña (y, a la vez, revivir con un post el blog). Como de seguro habrán escuchado algunos -espero-, este año se celebra de nuevo el Festival de Video Universitario VIART. En él se realizan una serie de eventos, proyecciones, charlas y talleres. Precisamente, es el último punto lo que nos compete: los talleres. Este es mi tercer año encargándome de ellos y siempre por falta de tiempo se me olvida promocionarlos por acá, pero este año no dejaré que vuelva a suceder =p. En el marco del festival se realizarán 5 y con gente muy buena. Lo alegre del asunto es que son gratis y es una oportunidad que cualquiera que se desempeñe en el área audiovisual -sobre todo cine- no debería desaprovechar. La lista de talleres y talleristas es esta:

1) Dirección de cine con Jorge Aldana (Venezuela)
2) Dirección de actores con Marcos Loayza (Bolivia)
3) Seminario de escritura para cine con Fernando Venturini (Venezuela)
4) Diseño de Producción con Marcel Rasquín y Hector Barboza (Venezuela)
5) Seminario práctico de fotografía electrónica por Daniel Mendoza (Argentina)

Los talleres se realizarán del 19 de octubre al 24 de octubre. Los horarios son en la mañana (de 9am a 1:00pm) y en la tarde (de 1:30pm a 5:00pm). De todas formas, toda la información de los talleres, horarios y cómo participar está en esta página . También está toda la información de la semana VIART (horario de proyecciones, charlas, etc) por si alguno desea acercarse a pasar un buen rato en el CELARG.

¡Espero que se inscriban todos los que puedan, no importa que estén fuera de CCS o en el exterior!

Por último, me despido con una cita...

"Y, por cierto, ¿cómo tenemos el valor de desear vivir , cómo podemos hacer nada para preservarnos de la muerte, en un mundo en que el amor no es provocado más que por la mentira y consiste solamente en la necesidad de que calme nuestros sufrimientos la criatura que nos ha hecho sufrir? "
En busca del tiempo perdido: La prisionera,
Marcel Proust

domingo, septiembre 16, 2007

La mentira

¡Hola a todos! Contrario a lo que podrían pensar, no me tomé un mes de vacaciones. Al contrario, estuve haciendo verano en la universidad y afinando unos detalles en la edición de Suicidios C.A. Quisiera volver al blog con algo decente, pero ahora no estoy de ánimos para escribir. No he tenido mucho tiempo para las letras y he racionado mi lectura de Proust mucho; aunque ya tengo un año entero leyendo En busca del tiempo perdido, no quiero terminar con el último tomo. Es increíble como un autor puede volverse parte integra de la vida de alguien y como una novela puede generar tanto apego como un amigo más. En fin, me despido con la promesa de volver pronto -esta semana- y subir algún material de Suicidios C.A. a youtube. Me despido con una cita excelente de la penúltima novela de Proust. ¿Qué opinan al respecto?, yo, sinceramente, lo creo.


"La mentira es esencial a la humanidad. Quizá desempeña en ella un papel tan grande como la búsqueda de la felicidad, y además es esta búsqueda quien la dirige. Mentimos por proteger nuestro placer, o nuestro honor cuando la divulgación del placer es contraria al honor. Mentimos toda la vida, incluso, sobre todo, quizá solamente, a los que nos aman. Pues sólo éstos nos hacen temer por nuestro placer y desear su estimación."
En busca del tiempo perdido: La fugitiva,
Marcel Proust

sábado, agosto 11, 2007

Remordimientos en traje de noche

¡Hola a todos! Ya terminé clases y comencé el tortuoso e infinito proceso de edición de Suicidios C.A. Las cosas marchan bien, espero tenerlo listo para la semana que viene y luego les cuento cuándo es el estreno -además de subir algo a youtube, claro está. De momento me despido con un excelente poema (de esos que yo llamo reflexivos) de José Luis Piquero, un español que está en mi limitado top-ten de poetas favoritos... Se ve largo, pero se lee rápido y vaya que vale la pena. ¡Espero sus comentarios!

Remordimientos en traje de noche

¿Qué estoy haciendo aquí, qué hacemos todos
copa en mano, apurando el indolente
pitillo de la fiesta, tan tranquilos
y pasándolo bien, como si nada
sucediese en el mundo, como si
tuviésemos derecho y fuese lógico?

Hagamos una pausa. Considero
las desdichas del prójimo: una guerra
remota, la sequía en las regiones
del hemisferio sur, o una explosión
en una calle atónita, rompiendo
en mil pedazos cuerpos como el mío.

Cosas que causan víctimas, monstruosos
terremotos, miseria. Y no obstante,
¿acaso es justo que la indiferencia
sea cifra de culpabilidad?

Sabemos que convierte en inocente
a la víctima: haber sido la víctima,
estar allí en el momento indicado,
naciendo, paseando, siendo uno,
como si no existiese una inocencia
original, sino sólo complejos
resortes del azar que repartiesen
inocencias terribles.

Es así
que el condenado a muerte inspira alguna
simpatía. Nos consta que, a su vez,
es víctima, instrumento de un designio
inescrutable, brazo de otros móviles.
Y sobre todo, aquel a quien mató,
qué fue sino uno más, otro culpable
que cualquier circunstancia expuso un día
a mortal inocencia.

Por lo tanto
la indefensión redime, y al fin somos
cada uno de nosotros potenciales
víctimas y posibles inocentes,
y ser culpables sólo es un estado
de probabilidad, como una espera.

Y estamos aquí solos, con la carga
de la culpable y frágil salvedad,
sabiendo que pudimos ser los otros,
nacer allí, pasar en ese instante,
pero siendo nosotros y aliviados
y pasándolo bien, que es lo más lógico

Empuñando la copa y el pitillo
como imposible escudo contra el miedo.

jueves, agosto 02, 2007

La eterna incognita

Conocerse a uno mismo es una tarea sin fin. Aunque estemos sumidos en una rutina perpetua, eventualmente, el Destino nos cambia de escenario haciendo que afloren en nosotros sentimientos y pensamientos totalmente nuevos -y, en muchos casos, contradictorios a los iniciales. Puede que manejemos un código moral específico (matar, robar y engañar es malo), pero nunca sabemos cuando tendremos que romper de raíz con él y reescribirlo.

"¿Quién se conoce a la perfección?", es una pregunta netamente retórica que lleva al vacío. Podemos intuir -con determinado nivel de seguridad- que haríamos frente a muchos dilemas, pero siempre la reacción estará supeditada a ese momento donde el presente se expande hasta detenerse y la acción brota de nosotros, casi inconscientemente. Como esa viejita cobarde que no se inmuta cuando golpea al ladrón que intenta robarla, todos estamos condenados -o benditos- a estar limitados por un contexto para conocer ciertas áreas de nuestros corazones.

Si es imposible terminar de conocernos como a una canción, ¿qué nos queda para los demás? Podemos conocer cierta maña de un amigo, los gustos de una novia o las manías de nuestros padres, pero siempre existe un margen, sea enorme o estrecho -pero profundo como un abismo sin fin-, de reacciones, sentimientos o sueños que desconocemos de las personas que nos rodean. Esta sorpresa no tiene porque ser desagradable, aunque las frases "no te conozco bien" o "tú no me conoces" suelen asociarse con el lado malo de la gente, la perenne intriga que rodea nuestros corazones suele ser tan interesante como la condición trágica del humano per se.

Sabato dijo una vez que todos somos como una suerte de piano y cada persona toca en nosotros una tecla diferente; yo agregaría que hay miles de situaciones y pasiones que pueden tocar en nosotros teclas nuevas -o conocidas- creando acordes insospechados dentro de nuestra partitura habitual. Más allá de conocernos, lo importante es comprender lo poco que sabemos de nosotros mismos y de los demás (ya que el conocimiento y la comprensión no tienen porque ir siempre de la mano), sólo teniendo conciencia de nuestras reacciones y acciones tendremos una especie de maestría en la difícil ciencia de conocerse a uno mismo.


"Y así fue ella la primera que me dio la idea de que una persona no está, como yo había creído, clara e inmóvil ante nosotros, con sus cualidades, con sus defectos, sus proyectos, sus intenciones respecto a nosotros (como un jardín que está uno mirando, con todos sus arriates, a través de una verja), sino que es una sombra en que jamás podremos penetrar, para la cual no existe conocimiento directo, tocante a la cual nos forjamos numerosas creencias con ayuda de palabras e incluso de acciones que, tanto unas como otras, sólo nos dan informes insuficientes y, por lo demás, contradictorios –una sombra en la que podemos alternativamente imaginarnos con tanta verosimilitud que brillan el odio como el amor"
El mundo de Guermantes,
Marcel Proust

miércoles, julio 11, 2007

¡Feliz cumpleaños querido Marcelo!

¿Qué tan importante podría ser el legado de un escritor gay, hipocondriaco, obsesivo y mundano que se encerró en una habitación forrada con corchos a escribir 13 años más de 4000 páginas autobiográficas que casi nadie se toma la molestia de leer? Hace unas cuantas horas atrás, ayer, 10 de julio, se cumplió el natalicio de un personaje que cambiaría la historia de las letras para siempre: Marcel Proust. Su obra cumbre, En busca del tiempo perdido -una extensa novela compuesta de 7 tomos- lo convirtió, para muchos, en el escritor más importante del siglo XX.

Aunque hace exactamente un año me embarqué en el lectura de En busca del tiempo perdido, todavía no he terminado con la obra. Inicialmente, para esta fecha ya debería estar celebrando el fin de mi año proustiano, pero el tiempo -si, ese bendito enemigo que nos acecha y cuya obsesión comparto con el escritor- aminoró el paso de mi lectura dejando un saldo negativo de 2 novelas pendientes. Ya atravesé mas de la mitad del camino y lentamente me invade la melancolía de no querer terminar nunca las 900 páginas que me quedan por devorar. Estar dedicado todo un año a un autor que relata su vida puede crear un nivel de apego tan grande como el que se puede sentir por un amigo que se muda a vivir con nosotros.

Pudiese escribir un libro entero hablando de Proust, pero me niego a teclear mi ensayo/reseña/crítica hasta que no termine con todas sus novelas. Sí redacté estas escuetas líneas fue para recordar su cumpleaños y picarles con el gusano de la curiosidad. Puede que suene monstruoso leer algo tan largo, pero En busca del tiempo perdido es tan adictiva como cualquier videojuego, chocolate o serie de televisión. A pesar de narrar la vida mundana de Francia a finales del siglo XIX, las cuestiones que plantea el autor (la vida, el amor, los celos, el arte, el placer, los viajes y el tiempo) son tan universales que, sin menor duda, cualquiera que lea a Proust cambiará por completo su forma de ver las cosas; una vez que termine con él intentaré probárselos... ¡se los aseguro!


PD: En casi 4000 páginas narradas en primera persona, Proust nunca menciona su nombre. Sólo hace alusión a él en unas líneas de la quinta novela (Al recuperar la palabra, decía: "Mi" o "mi querido", seguidos uno y otro de mi nombre de pila, lo que, dando al narrador el mismo nombre que el autor de este libro hubiera sido "Mi Marcelo", "mi querido Marcelo") de allí el título de este post.

jueves, julio 05, 2007

La elíptica calidad frívola

El primer largometraje de Eduardo Arias-Nath narra de forma paralela y atemporal la historia de Sebastián Castillo (Edgar Ramírez) y Galo Vidal (Erich Wildpret), dos amigos que se encuentran en la cúspide -y declive- de sus carreras. Bajo una estética vanguardista, y apadrinada por la 20th Century Fox, Elipsis se vende a sí misma como la película inteligente que jamás pudo ser.

Un guión desordenado y artificioso apuesta al juego sucio de los dobles espejos para desconcertar al espectador y despertar interés en una historia carente de sentido. El valor literario del film es inexistente, su esencia está plagada de diálogos desabridos, groserías innecesarias, personajes superfluos y situaciones inverosímiles. Su construcción anacrónica no puede justificarse a sí misma y la resolución del conflicto que propone parece un chiste de mal gusto.

Las actuaciones son completamente planas, todos los intérpretes se limitaron a repetir sus líneas –que eran pobres per se- sin ninguna clase de emoción. Edgar Ramírez no hizo justicia a la fama que le precede y Erich Wildpret le imprime un poco de fuerza a un personaje incongruente cuya condición homosexual parece un antojo del guión. Por si fuera poco, y por mero capricho estilístico, casi todas las escenas están abarrotadas por las luminarias de la farándula del país ejerciendo el humilde papel de extras. Sin duda alguna, la sensación fue Coyote (Seu Jorge), el único personaje creíble de toda la absurda trama.

Pero no todo estuvo perdido. La fotografía del film es memorable, Alejandro Wiedemann hizo una manejo excelente de la iluminación y cuidó la profundidad de campo en cada toma. Este acierto también debe atribuirse a la impecable dirección de arte que, con sus decorados llenos de detalles y a veces minimalistas, cumplió con los cánones que exige el grabar en video. La música no se queda atrás, el audio de la película estuvo a la altura de la producción. En líneas generales, el maquillaje y efectos especiales lucieron acordes con la propuesta visual del largometraje (aunque la marca en la frente de Sebastián dejó mucho que desear).

El ritmo trepidante que el director le imprime a la película durante sus primeros minutos va decayendo lentamente. Las elipsis, principal atractivo visual del film, terminaron destruyéndolo. La masturbación intelectual de Arias-Nath –escondida bajo diálogos forzados y una propuesta visual que le quedó grande- llega a su punto cumbre cuando dedica una escena exclusivamente para hablar –y explicar-, en boca de Galo, su primer cortometraje. A pesar de sus errores, Elipsis fue buen intento por hacer un cine diferente en Venezuela. Concentrado en una estética Hollywoodense y un guión nefasto, Arias-Nath olvidó algo que sus predecesores –carentes de tecnología y comercialización- nunca han omitido: más vale fondo que forma. Después de todo, la verdadera fuerza del séptimo arte reside en las historias que son capaces de mover al espectador y al mundo.

PD1: Si, una vez más, soy bastante ácido. La primera vez que vi la película me gustó (salvo su final... inexplicable, claro está), pero a la segunda proyección se me hizo insoportable. Como la reseña de 13 segundos, esta crítica fue para una asignatura de la universidad.

PD2: Nolo me pidió que hiciera algo de publicidad al nuevo y sofisticado servicio (del cual soy un orgulloso y feliz usuario) que está promocionando:



Compras en México cualquier producto y te lo llevan a la puerta de tu casa (muy útil cuando vives en un país como Venezuela donde escasean ciertos libros, Cd's y Dvd's).

www.te-lo-envio.com

viernes, junio 22, 2007

El juego

¡Hola a todos! Siguiendo el juego de Javier, acá les dejo una lista de 8 cosas que me caracterizan. Aunque creo que me tocó hacer la misma cadena hace un buen tiempo, no está demás repetirla =p.

1) Siempre como Certs de frutas (los rosados), cuando digo siempre, es siempre, desde hace más de 10 años.

2) Estoy escuchando música las 24 horas: en el carro, en la calle, en la casa, donde sea.

3) Siempre utilizo lentes oscuros en el día.

4) Soy muy sarcástico... demasiado para muchas personas. De igual forma, lloró muy fácil con cualquier película triste o muy tierna.

5) Escribo en mi celular sin ver las teclas (lo que hace la práctica).

6) Vivo rascándome los ojos y la nariz por ser alérgico a todo.

7) Duermo 3 horas diarias entre semana, 12 o más los fines de semana.

8) Soy muy torpe, tropiezo con lo cualquier objeto posible y me golpeo con todo sin darme cuenta.

Ahora, por reglas del juego, me toca pasar la cadena a 8 personas, aquí va la lista:

1) Xeniacienta
2) Eduardo (Xpresa).
3) Akanesita
4) Mariel (Cada día con su tema)
5) Hentai (5 segundos en mi cabeza)
6) Alex (El último gran blog)
7) W3 (Benitex)
8) Gilberto (Concepciones etéreas)

Demás está decirles que si no cumplen con la cadena tendrán 1000 años de mala suerte, se les caerán los dientes, nunca tendrán sexo, los perseguirán las 7 plagas y les tocará escuchar Aló Presidente las 24 horas por el resto de sus días... ¡Esto es real! Esta cadena tiene 2000 años de antigüedad y le ha dado la vuelta al mundo 297 veces, ¡no rompan la cadena! El amigo de un primo conoció a una compañera que le contó que alguien había roto este juego y le sucedieron cosas terribles. Pedro Pérez, de 21 años, omitió este llamado y le sucedieron cosas tan espantosas que asistí a terapia para olvidarlas una vez que me las contaron. Fulanita de Tal (la conocida de la compañera del amigo del primo que mencioné antes), también ignoró este comunicado y le pasaron cosas tan espeluznantes que de sólo escribirlas me dan escalofríos.

... En fin, sigan el juego =p.

miércoles, junio 13, 2007

Loa de la dialéctica

¡Hola a todos! Acá les dejo un poema (casi reflexión) de Bertolt Brecht. Dedicada a todos los estudiantes y demás personas que luchamos, con toda la buena fe del mundo, por un país mejor.

¡Saludos!

Loa de la dialéctica


Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años
más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual."
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando
empiezo."
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".

Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende de que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién de que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.

Bertolt Brecht

P.D:
Blue Fields, como aclaré el primer día, es un espacio completamente personal. Sólo busco compartir con ustedes mi punto de vista sobre cualquier tema y estoy agradecido del tiempo semanal o mensual que muchos se toman para leerme. De igual forma, agradezco sus comentarios y respeto todas las divergencias que puedan tener sobre las cosas que planteo. No pienso censurar a nadie, lo único que exijo es que los comentarios que dejen los lectores estén hechos con un mínimo de respeto hacía mi y, sobre todo, hacia todas las personas que visitan esta página.

Además, quisiera aclarar que escribo como civil, a lo mucho como intento de escritor. No escribo como periodista: tengo la decisión de rechazar o publicar cualquier comentario. Por ende, agradezco a las personas que se toman la molestia de escribir una apología que no se atengan a mi profesionalismo o ética periodística para que publique sus diatribas.

miércoles, mayo 30, 2007

Amnesia selectiva

Para nadie es un secreto que los venezolanos tenemos mala memoria. Poseemos espíritu de lucha, pero sufrimos una especie de amnesia selectiva y dejamos pasar muchas cosas... Al parecer, el momento de no olvidar llegó y el cierre de RCTV sirvió para despertar a unas cuantas conciencias dormidas. Sean muchas o pocas las quejas -dependiendo del bando, claro está-, la gente sabe que las cosas en este país no marchan como deberían. En los últimos años hemos tenido -de bando y bando- diversos motivos para protestar, pero ninguno lo suficientemente fuerte para unirnos. Cerrar un canal -y confiscar sus equipos- es aquí y en la Luna un atentado contra la libertad de expresión. Independientemente de la creación de otro medio, nada puede justificar la destrucción de una televisora que tenía 53 años al aire.

Las lágrimas de reporteros, técnicos y artistas por el cierre del canal más antiguo de Venezuela se tradujeron en decenas de marchas en todo el país a favor de RCTV. Los protagonistas, por primera vez, son estudiantes; bachilleres y universitarios, desde Periodismo hasta Medicina, todos han salido a la calle a marchar, sin dirigentes políticos, sin otra consigna que no sea la libertad. Lo grave del asunto es que el gobierno es incapaz de admitir que cometió un error y justifican todas las acciones represivas que han tomado contra las manifestaciones. Por si fuera poco, el presidente hizo un llamado a los sectores de bajos recursos (como si estos no tuviesen libre albedrío) a confrontar a todos los que osen disentir de las medidas adoptadas ¿Teníamos que llegar a este extremo? No lo sé, pero todo parece apuntar a que la respuesta es sí.

Ayer fui a marchar y hoy me muero de bronquitis por la lluvia que nos agarró. No me quejo, el precio que pago es ínfimo en comparación con los presos (más de 100 estudiantes, tratados como delincuentes), los ahogados con bombas y heridos con perdigones o balas. Mis lectores saben que en mi vida he dedicado un post a la política, pero es imposible quedarme callado con todo lo que está sucediendo. El país se nos cae a pedazos y no podemos detenernos en conceptualizaciones. Oposición y oficialismo deben olvidarse de sus líderes. La gente no sigue a un dirigente per se, lo apoya por las ideas que simboliza y, definitivamente, los ideales que defendían los dos sectores -al menos en la práctica- se han corrompido demasiado.

Señores, aquí o se salva el país o nos hundimos todos en otro fenómeno de amnesia selectiva. Sacrificamos muchas cosas, hoy fue un canal, mañana las universidades y pasado -por no decir ahora- sus vidas. Es hora de pensar, de actuar, después de cuenta, mañana este gobierno será historia, pero el pueblo, los panas, Caracas y Magallanes, siempre seremos los mismos... ¿o será que de eso también nos vamos a olvidar?

Foticos:







Yo, atormentado por el sol












En las Mercedes, camino a la OEA (pa' que vea)














Después de la lluvia =(













Camino a las Mercedes










P.D: No se usar "Fotochop" ni ningún otro programa de edición, las foticos las tomé con mi celular... Disculpen que el post, no sea visualmente agradable, pero no sé como arreglar los espacios entre las fotos (ya que lo arreglo cuando edito la entrada, pero el resultado final las deja como las ven ahora).

P.D 2: No dejen de visitar el blog del pana Hentai, 5 segundos en mi cabeza tiene excelentes reflexiones que vale la pena leer, además, si les gusta los intento de ensayos que hago, el trabajo de este panas les fascinará.

jueves, mayo 24, 2007

Teaser de Suicidios C.A.

¡Hola a todos! Sí, como era de esperarse, todavía no termino de grabar el corto (problemas de locación, universidad, cursos, tiempo, disposición de los actores y mil cosas que no vienen al caso). Esto no quiere decir que he olvidado el proyecto. Hace poco hice un curso de Final Cut y, de fiebrudo, intenté hacer un Teaser (una especie de trailer versión "beta" de lo que será el original) de Suicidios C.A. Sin más rodeos, aquí está...

El teaser

y...

Algo gracioso, de Suicidios C.A. también

... Y para no hacerle perder el viaje a los intelectuales, acá les dejo una cita para compensar la visita y el minuto que me regalaron viendo el video =p.

¡Saludos! Espero sus comentarios -acerca del teaser y la cita.

"Cuando se es un poco celoso no resulta del todo desagradable, por dos razones. Una, porque los celos hacen que los que no son nada curiosos se interesen por la vida de otras personas, o al menos de otra persona. Y la otra porque los celos hacen sentir vivamente el gozo de poseer, de subir al coche con una mujer, de no dejarla ir sola. Pero esto sólo ocurre en la primerísima fase del mal o cuando la curación es casi completa. De todos modos, esos dos goces de que le hablo, debo decirle que yo los he conocido poco; el primero por culpa de mi naturaleza, que no es capaz de reflexiones muy prolongadas; el segundo por las circunstancias, por culpa de la mujer, quiero decir de las mujeres de las que he tenido celos. Pero no importa. Incluso cuando ya no nos interesan las cosas, no nos es por completo indiferente que nos hayan interesado, porque nos interesaron siempre por razones que escapaban a los demás. El recuerdo de estos sentimientos sentimos que está sólo en nosotros. Y es en nosotros donde tenemos que entrar para mirarlo..."
Sodoma y Gomorra, Marcel Proust

lunes, mayo 14, 2007

¿Moral o inteligente?

¡Hola a todos! Quisiera agregar algo, pero creo que Pessoa lo dijo todo... Yo estoy de acuerdo.

¿Qué piensan al respecto?

"No hay mayor tragedia que tener la misma intensidad, en una misma alma o en un hombre, del sentimiento intelectual y del sentimiento moral. Para que un hombre pueda ser distintiva y absolutamente moral, tiene que ser un poco estúpido. Para que un hombre pueda ser absolutamente intelectual, tiene que ser un poco inmoral. No sé que juego o ironía de las cosas condena al hombre a la imposibilidad de que se dé esta dualidad tan grande. A mi pesar, ésta se da en mí. No fue el exceso de una cualidad, sino el exceso de dos, lo que me mató en vida"
La educación del estoico, Fernando Pessoa

domingo, mayo 06, 2007

Los 90 infinitos minutos de 13 segundos

La segunda película de Freddy Fadel, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y director de la hiperrealista Mi mujer es la que manda, narra la historia de 5 mujeres embarazadas que desean resolver su situación. El film, titulado 13 segundos, intenta exponer el dramático mundo del aborto y el tráfico de bebés.

Un desfile de 17 personajes acompañados con una narración completamente diacrónica –tanto en forma como en fondo-, intentan darle vida a un guión disfuncional y, en algunos momentos, absurdo. Las 5 protagonistas, lejos de ser bebés, son madres de diferentes estratos sociales –aunque 4 eran clase media-alta y una sola era pobre- que desean dar a luz o terminar con su proceso de embarazo.

A pesar de contar con un elenco de primera, las interpretaciones dejan mucho que desear. En línea general, la mayoría del reparto estuvo sobreactuado y con actitudes, como la del Dr. Eduardo Valladares (Victor Camara), simplemente, fuera de lugar. Pero no todo estuvo perdido, vale la pena destacar la actuación de Mercedes (Lourdes Valera), Claudia (Gabriela Vergara) y Simón (el joven Miguel Ángel Morena) que intentaron darle vida a unos personajes completamente huecos. El antagonista, Manuel (Augusto Galíndez), a pesar de intentar salvar su personaje con una de sus típicas actuaciones, es tan incongruente como el resto del film.

La banda sonora es pésima y las escasa musicalización pasa sin pena ni gloria. La iluminación es completamente plana y, en muchos casos, tan sencilla que empobrecen la escasa belleza de los encuadres. Saltos de eje, uso excesivo de angulares y encuadres desastrosos son la firma de este joven director que parece atentar contra todo lo que el buen cine predica. La edición, a pesar de estar en manos del mismo director y guionista, resulta completamente ofensiva para el espectador. Las disolvencias, cortes y demás transiciones no existen: todo se resume en un fast forward que cuenta todo lo que sucede. Técnica de la cual se abusa y que visualmente llega a ser molesta.

La producción tiene errores garrafales como que la barriga de Maria (Rossana Fernandez) sea visiblemente una almohada y que los decorados sean tan simples como una novela de cualquier canal (detalles imperdonables para una película que costó 1500 millones de bolívares). Puede que lo único original que tenga la cinta sean las famosas imágenes reales dentro y fuera del útero, recurso que fue extremadamente utilizado y que perdió su atractivo durante la primera hora de película.

El título parece netamente intuitivo, en ningún punto de la película -ni siquiera en el clímax o intento de- parece correr peligro la vida de los bebés durante 13 segundos. El aborto es una tema controversial per se, por eso no creo que la cinta llame precisamente a la reflexión Puede que la idea –y solamente la idea- del largometraje estuvo original, pero su desarrollo y la pésima ejecución de la misma terminaron sepultándola por completo.

Definitivamente, este film si hace un llamado, uno desesperado y desgarrador, pero no a las madres embarazadas, sino al cine venezolano. Los jóvenes directores deben tomar conciencia e ir a ver este largometraje y aprender de él lo que no debe hacerse… A pesar de sus fallas y sus gags –que dan más lastima que risa-, 13 segundos es, como película dramática, la mejor comedia que he visto en mucho tiempo.

P.D: Sí, soy un poco ácido; soy el primero en apoyar el cine venezolano bien hecho y el primero en destruir producciones nefastas como ésta.
P.D2: Esta crítica era para la universidad y decidí compartirla con ustedes.

martes, abril 24, 2007

La rutina y los gajes del oficio

¡Hola a todos! No estoy muerto ni me secuestraron los extraterrestres; la rutina me ha tenido de rehén en las últimas semanas. Como deben saber, pasé todas las vacaciones grabando Suicidios C.A. y aunque tardé un mes entero en todo el asunto de la preproducción y la filmación, todavía quedan escenas pendientes por grabar. Por suerte son pocas, pero eventualmente debo gastarme un fin de semana en ellas. Al igual que mucha gente, comencé la universidad de nuevo y mi caótico horario (mañana y noche) apenas me deja llegar a casa para comer y dormir. Sí, sé que es cuestión de costumbre y ya en un mes estaré adaptado a todo el corre-corre, pero no deja de perturbarme como cualquiera puede ser tan fácilmente absorbido por la repetición de los días.

Hace poco leí por ahí que sólo se necesita hacer una actividad por 40 días seguidos para convertirla en un hábito, puede que dicha afirmación suene netamente conductista, pero es cierta. Lo intenté hace un tiempo atrás -con algo simple, parecido a tomar un vaso de agua todas las noches- y funcionó. Si el tiempo está en nuestras manos y cada uno es dueño de sus actos... ¿qué tan difícil puede ser dedicarle cierta parte del día a una actividad hasta volverla un hábito? Muchos dirán que es sencillo, pero en muchos casos, como el mío, es casi imposible. No por disposición, sino por energía -pues la bendita rutina siempre nos agota. Estoy todo el día durmiéndome a donde voy y cuando llego a casa, jurando dedicarme a algo, caigo en coma hasta el día siguiente. Debería empezar a tomar red bull, pero desde que leí que pueden causar derrames cerebrales me traumé.

La disposición es importante para separarse de la rutina, pero ¿cómo hacer cuando no se tiene energía para realizar otras actividades? Lentamente todo en el día a día deja de ser elección para transformarse en sacrificio. Ya no eliges dormir, sacrificas horas de estudio; ya no vas al cine, sacrificas horas de trabajo ¿Cómo se puede vivir así? No lo sé, lo peor es que resulta de lo más sencillo. Lo más fácil del mundo es ser absorbido por la rutina, lo difícil es salir de ella. Intento tomar conciencia con estas líneas del caos que tengo y dedicarme al blog, leer y otras actividades que limpian la mente de las benditas colas, horarios y asignaciones por entregar.

Sí, esto es un post netamente personal y de descarga. Pero para no hacerles perder el viaje les dejo una reflexión y un par de fotos del rodaje... ¡Saludos!


"Trabajamos en todos los momentos en dar forma a nuestra vida, pero copiando a pesar nuestro, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquella que nos resultaría agradable ser"
En busca del tiempo perdido: El mundo de Guermantes, Marcel Proust


Fotos de escenas de Suicidios C.A.






































































PD: Se aceptan consejos para recuperar mi salud y energía. Estoy abierto a probar cosas nuevas como brebajes, rituales a la luz de la luna, lectura de textos ancestrales, actividades extremas, sacrificios humanos, entre otras...

PD2: Siguiendo el consejo de Eduardo (el chico de Xpresa) una vez que tenga un par de escenas editadas, las subiré en youtube.com para que vean si valió la pena o no la ausencia =p.

sábado, marzo 31, 2007

Semana Santa: ¿Una efeméride en descenso?

La aplicación del Tiempo a una Sociedad, como en una ecuación química, genera una transformación que termina por destruir o perpetuar naciones, gobiernos y fiestas. Esta última reacción es el motivo de este post. El pasar de los años en un país, a veces, hace que las efemérides cambien de significado o popularidad (como es el caso de algunas fechas patrias en este país). En ocasiones, este cocktail extravagante crea nuevos días en el calendario para celebrar (como el caso de Halloween, que ahora es una especie de segundo Carnaval). La acción perniciosa o milagrosa del tiempo pone en acción aquello que Proust llamó el caleidoscopio de la sociedad -en donde un elemento que está en un lugar termina recorriendo diferentes sitios hasta volver a su posición original, en una eterna rotación.

Cuando era pequeño, recuerdo que mi abuelita me llevaba a visitar los 7 templos, en mi casa cocinaban pescado y organizaban una comida donde se preparaban 7 platos. En mi memoria están grabadas iglesias abarrotoadas de gente, películas de religiosas en todos los canales, silencio en las calles y oración en el hogar. Ahora, la realidad es totalmente diferente. Semana Santa, o Semana Zángana -como muchos la llaman-, se ha convertido en cualquier cosa menos una fecha de recogimiento espiritual. No soy para nada religioso, muchos me consideran ateo y soy de esos anárquicos que están en contra de la iglesia, pero me parece extraño como una fecha Santa, que no debería estar sujeta a la moda, ha perdido tanta popularidad en los últimos años.

Es curioso que el mundo se caiga a pedazos y las iglesias estén vacías. Sí, Semana Santa es necesaria para descansar, pero poco sentido le veo a una efeméride para cultivar el alma y que termina desarrollando la vagancia o los vicios. Las cifras de muertos se disparan, los choques están por doquier, el consumo de alcohol se eleva, las playas saturadas... no sé, definitivamente Jesús nos amaba demasiado... demasiado. Sé que Dios no inventó aquella cosa de comer pescado, visitar iglesias, rezar y guardar ayuno. Yo prefiero pensar que cada uno puede encontrar su forma de honrarlo, de hacer algo o privarse de algo en esta fecha para conmemorar el día donde alguien, sea el hijo de Dios o no, sufrió las más terribles penurias por el bien de la humanidad. Sea divino o no, creo que Jesús merece su efeméride. Después de todo, murió por un ideal y esto lo eleva automáticamente por encima de la mayoría de los hombres.

Está claro que tener sexo en Semana Santa no condenará nadie al infierno; de igual forma ningún ser humano ha ido preso por cuestiones éticas como reír en un funeral o robar a los padres sin que ellos lo sepan. Pero como la ética es algo tan individual, queda de parte de cada quien qué está bien hacer y que no. Yo no iré a la iglesia, esto lo hago por convicción, pero tampoco iré a Burger King, no me prostituiré en la playa e intentaré no perderme en el ritmo de calor, sudor, bailando reguetton. Utilizaré estos días para grabar mi corto sobre un suicida que odia al mundo. Ese es mi regalo para Dios -o quien sea que esté allá arriba- y para aquél señor que hace sopotocientos años llevo más golpes que Rocky para que nuestro decadente futuro le pagase con sexo, drogas y rock n' roll. ¿Ustedes que harán? (o ¿qué hicieron?, ya que el 70% de mis lectores debe estar de viaje =p)

sábado, marzo 24, 2007

Largo, pero bueno

¡Hola a todos!, aquí les dejo un poema de Bertolt Brecht. Parece larguísimo, pero está escrito en prosa y es fácil de leer. La apariencia casi infinita del mismo es porque transcribí los versos del libro respetando el formato original, de escribirlo corrido sería menos de una cuartilla. Más allá de ser un poema, es una excelente historia. Léanlo (así sea por consideración al esfuerzo que hice al transcribirlo todo) ¡Saludos!

La sandalia de Empédocles

1

Cuando Empédocles de Agrigento
hubo logrado los honores de sus conciudadanos
-y los achaques de la vejez-
decidió morir. Pero como
amaba a algunos y era correspondido por ellos,
no quiso anularse en su presencia, sino que prefirió
entrar en la Nada.
Los invitó a una excursión. Pero no a todos:
se olvidó de algunos
para que la iniciativa pareciera casual.
Subieron al Etna.
El esfuerzo de la ascensión
les imponía el silencio. Nadie dijo
palabras sabias. Ya arriba,
respiraron profundamente para recuperar el pulso normal,
gozando del panorama, alegres de haber llegado a la meta.
Sin que lo advirtieran, el maestro los dejó.
Al empezar a hablar de nuevo, no notaron
nada todavía; pero, a poco,
echaron de menos, aquí y allá, una palabra, y le buscaron
por los alrededores.
Él caminaba ya por la cumbre
sin apresurarse. Sólo una vez
se detuvo: oyó
a lo lejos, al otro lado de la cima,
cómo la conversación se reanudaba. Ya no entendía
las palabras aisladas: había empezado la muerte.
Cuando estuvo ante el cráter
volvió la cabeza, no queriendo saber lo que iba a seguir,
pues ya no le atañía a él; lentamente, el anciano se inclinó,
se quitó con cuidado una sandalia y, sonriendo,
la arrojó unos pasos atrás, de modo
que no la encontraran demasiado pronto, sino en el
momento justo,
es decir, antes de que se pudriera. Entonces
avanzó hacia el cráter. Cuando sus amigos
regresaron sin él, tras haberle buscado,
a lo largo de semanas y meses, poco a poco, fue creándose
su desaparición, tal como él había deseado. Algunos
le esperaban todavía, otros
buscaban ya explicaciones. Lentamente, como se alejan
en el cielo las nubes, inmutables, cada vez más pequeñas, sin
embargo,
sin dejar e moverse cuando no se las mira y ya lejanas
al mirarlas de nuevo, acaso confundidas con otras,
así fue él alejándose suavemente de la costumbre.
Y fue naciendo el rumor
de que no había muerto, puesto que, se decía, no era mortal.
Le envolvía el misterio. Se llegó a creer
que existía algo fuera de lo terrenal, que el curso de las cosas
humanas
puede alterarse para un hombre. Tales eran las habladurías
que surgían.
Mas se encontró por entonces su sandalia, su sandalia de
cuero,
palpable, usada, terrena. Había sido legada a aquellos
que cuando no ven, en seguida empiezan a creer.
El fin de su vida
volvió a ser natural. Había muerto como todos los hombres.

2

Describen otros lo ocurrido
de forma diferente. Según ellos, Empédocles
quiso realmente asegurarse honores divinos;
con una misteriosa desaparición, arrojándose
de modo astuto y sin testigos en el Etna, intentó crear la
leyenda
de que él no era de especie humana, de que no estaba
sometido
a las leyes de la destrucción; pero, entonces
su sandalia le gastó la broma de caer en manos de sus
semejantes.
(Algunos afirman, incluso, que el mismo cráter, enojado
ante semejante propósito, escupió sencillamente la sandalia
de aquel degenerado bastardo.) Pero nosotros preferimos
creer
que si realmente no se quitó la sandalia, lo que debió ocurrir
es
que se olvidaría de nuestra estupidez, sin pensar que
nosotros
en seguida nos apresuramos a oscurecer aún más lo oscuro
y antes que buscar una razón suficiente, creemos en lo
absurdo. Y la montaña, entonces
-aunque no indignada por aquel olvido ni creyendo
que Empédocles hubiera querido engañarnos para alcanzar
honores divinos
(pues la montaña ni tiene creencias ni se ocupa de nosotros),
pero sí escupiendo fuego como siempre-, nos arrojó
la sandalia, y de esta forma sus discípulos
-que ya estarían muy ocupado husmeando algún gran
misterio,
desarrollando alguna profunda metafísica-
se encontraron, de repente, consternados, con la sandalia del
maestro entre las manos;
una sandalia de cuero, palpable, usada, terrena.

Poemas y canciones,
Bertolt Brecht

jueves, marzo 15, 2007

Reflexión de la semana: 15/03/07

¡Hola a todos! Aunque ya estoy de vacaciones, estoy ocupado como nunca. Hace un par de semanas, después de mucho tiempo de espera, comencé el rodaje de mi segundo cortometraje: Suicidios C.A. Por eso he estado perdido de acá, pero no crean que los he olvidado. Espero terminarlo todo para Semana Santa y volver a la carga con el blog.

"... comprendí que no es sólo el mundo físico el que difiere del aspecto en que lo vemos; que toda realidad es acaso tan desemejante de la que creemos percibir directamente, como los árboles, el sol y el cielo serían por completo diferentes de lo que son si fuesen conocidos por seres dotados de ojos constituidos diferentemente que los nuestros o que poseyesen para ese menester otros órganos que no fuesen los ojos y que diesen otros equivalentes no visuales de los árboles, del cielo y del sol. [...] ¿Ocurría lo mismo en todas las relaciones humanas? ¿A qué desesperación podría llevarme esto un día si ocurría lo mismo en el amor? Ése era el secreto del porvenir"

El mundo de Guermantes,
Marcel Proust







Saludos desde el set

domingo, marzo 04, 2007

Consideraciones personales acerca de la traición...

En el top ten de las palabras más detestadas y que más daño causan a las personas, casi de primera y como antesala al resto de la lista, se encuentra la traición. A simple vista, su uso parece reducirse a términos como amistad, amor, país e ideales, pero la mentada expresión va mucho más allá, llega hasta confines que sólo aquel que la practica puede explorar. Muchos pensarán que son inmunes a ella, puede que para unos cuantos sea impracticable en ámbitos que para otros es natural, pero la verdad es que todos, en algún punto de nuestra vida, hemos traicionado a alguien o, en el peor de los casos, a nosotros mismos.

Según el diccionario, traición es la falta de lealtad que se debe tener por algo o alguien que deposito su fe en nosotros... Partiendo de esto, la palabra en cuestión sólo parece englobar a los demás y excluirnos a nosotros mismos. ¿Esto es posible?, no lo creo.
La verdadera naturaleza corrosiva de la traición sólo puede ser percibida por aquel supuesto cobarde que por un instante es valiente (hablo de una valentía extraña, incomprensible para aquel que es incapaz de practicarla, algo parecido al suicidio), observa todo lo que ha defendido por tanto tiempo y decide, con pesar, darle la espalda para entregarse a un momento, una palabra o a una acción que destruye por completo lo anterior. Por ende, el verdadero traidor, al igual que un asesino, está condenado por siempre a vivir con una doble cruz: la suya (por haberse traicionado a si mismo) y la de la persona o ideal que destruyó. Es el acto de flagelación máximo por recibir la peor condena: el tormento eterno de los demonios internos.

¿Qué tan fácil es traicionarnos a nosotros mismos? ¿Es sencillo traicionar a los demás? Las preguntas, al igual que las respuesta, varían dependiendo del enfoque. Para muchos es inaceptable fallarle a una pareja, otros prefieren sacrificar primero a un amigo antes que a ellos mismos. ¿Quién define qué es fallar o no? ¿Hasta que punto una mentira blanca no nos hace traidores? ¿Es aquel que miente por el bien de un ser amado un traidor? No existe una respuesta universal para esto. El único y mejor juez para determinar qué es traición y qué no es nuestra conciencia.

Todo en la vida es efímero: la confianza, el amor y la amistad, tardan años en nacer y se destruyen en segundos. La traición, en cambio, posee esa extraña cualidad de dilatar el tiempo de sufrimiento, acortar el tiempo de reacción para actuar y una vez echada las cartas sólo queda en nuestras manos el seguir viviendo bajo su yugo o no. Al igual que un conjuro que para ser destruido debe ser recitado al revés, para acabar con ella se debe tener el mismo valor que se tuvo para ejecutarla: hay que tomarla entre nuestras manos, ver en ella nuestro reflejo y afrontar las consecuencias del engaño. Para eso se necesita valentía... Por eso, a veces, los mayores valientes son aquellos que por su propia voz conocemos como traidores, honor que muy pocos pueden aspirar con la frente en alto.

¿Sabes cuál es la verdadera naturaleza de la traición? Que es traidora, que traiciona incluso a aquel que traiciona, y no tiene confines, como la sombra sobre el paisaje, empiezas por traicionar un amor, o un leve cariño, quiero decir, una cosa de nada, un gato por ejemplo, y acabas por llegar a ti mismo, pero tú no sabías que acabarías por llegar a ti mismo, pues entonces no hubieras dado el primer paso, y en cambio ese paso precisamente, una cosita de nada, que tan insignificante te parecía, se ha convertido en una catástrofe, en un aluvión, la riada te arrastra, tú braceas, braceas, no se puede nadar en la riada... ¿Me comprendes?"
Tristano muere, Antonio Tabucchi

PD: Pido disculpas a los lectores asiduos de mi blog por repetir la cita, pero -para mis efectos personales- es la mejor que tengo para este tema.

miércoles, febrero 21, 2007

Elegir y sacrificar

Hay palabras que sirven de espejo para ellas mismas; su reflejo es un concepto completamente diferente al original pero que se mantiene unido a éste por un hilo muy fino. De esta forma, se pueden relacionar acepciones y sentimientos tan dispares como amor y odio, amigo y enemigo, trabajo y descanso. Entre estas palabras cargadas de doble connotación, se encuentra una muy frecuente cuya dualidad solemos pasar por alto, me refiero a la palabra elegir.

Recuerdo que una vez leí (en Soy pésimo para los títulos, un cuento de Mag) que elegir a una persona es asesinar automáticamente a otra. Frase ambigua que al explorar a fondo lleva a una conclusión más interesante. Viéndose fríamente, cada elección que hacemos en nuestra vida implica, como requisito sine qua non, el sacrificio de algo. Si elegimos ir a un sitio, inmediatamente, sacrificamos otros posibles destinos, al elegir una carrera sacrificamos cientos, si elegimos a una chica nos olvidamos de las demás, si elegimos vivir un momento con una persona sacrificamos un instante al lado de muchas y así va una lista infinita: desde la decisión más banal hasta la más metafísica exigen por igual la elección de una cosa y el sacrificio de otra.

El problema principal de una elección es cuando se transforma en un sacrificio real. El elegir para almorzar entre pasta o carne no implica el sacrificio de un alimento, sólo la postergación del mismo... pero, ¿qué sucede cuando lo que se debe elegir involucra la perdida de algo para siempre? Cuando toca elegir entre la vida de la madre o un hijo, entre huir del país o morir por él. Hay elecciones/sacrificios que sería mejor no hacer, pero la mayoría se imponen nuestra vida delante de nosotros, al igual que la muerte, como algo ineluctable.

La gente que me conoce sabe que tengo una obsesión malsana con el tiempo. No es que quiera ser como Peter Pan, pero crecer y descubrir que la gente muere, que los amigos pueden pasar, que el amor no es eterno, que la naturaleza humana no es tan loable como pensábamos y que el futuro es hoy, es algo que asusta a cualquiera. La carrera, el trabajo, nuestra pareja, la casa, el dinero: todo se abalanza sobre nosotros, como una suerte de trampas donde cualquier paso en falso pudiese destruirnos por completo. El pulso no debe fallar, el avance implacable del tiempo pone su hoz sobre nuestro cuello y exige una elección en temas que nos parecían tan lejanos hace unos años atrás que la inmediatez de los mismos nos hiela la sangre.

Hay que ser inteligentes para elegir, pero el sacrificar requiere mucho más que eso: se necesita ser valientes para ello. Es como enfrentarnos al lado más oscuro de nuestro corazón, tomarlo entre las manos, reconocer nuestro reflejo y elegir que hacer con él. Erradas o no, las elecciones nos pertenecen. Si nos equivocamos, nuestro único consuelo será el habernos caídos por nuestra cuenta y no haber sido víctimas de la elección -o el sacrificio- de alguien más. Da miedo pensar en ello... Mag sostiene que no hay posibles elecciones, sólo La elección que, con o sin nuestro consentimiento, ya existía. Por mi parte, pienso que no hay nada mejor en este mundo que mirar la ruleta de la vida andar y apostarle todo al número que creemos ganador.

"... Después de todo, sólo se conquista el azar intentando adivinarle."
Las plumas del cuervo, Steven Lawrence

viernes, febrero 09, 2007

Crónica de un cuarto vacío

La palabra mudanza siempre tuvo para mí matices de irrealidad; llevo 17 años viviendo en el mismo edificio y en un apartamento tan inalterable como el pasar del tiempo. El imaginar una vida diferente (sin la bodega de al frente, sin la panadería de la esquina y sin los vecinos con los cuales no hablo -pero que forman parte del edificio al igual que el ascensor o las escaleras-, el plantearme llegar a otro estacionamiento y saludar a un vigilante diferente), es como pintarme en un cuadro surrealista. Hoy, acabo de descubrir algunos sinónimos que ignoraba de la famosa palabrita inexistente para mí. Al experimentarla, terminó traduciéndose en una suerte paradoja: alegría y tristeza, pasado y futuro, melancolía y esperanza. Dualidad presente en los mejores y peores -valga la dualidad, una vez más- sentimientos humanos...

Es rarísimo vaciar lentamente un apartamento que ha estado lleno de cosas por tantos años. Parece impensable deshacerse de esa mesita inútil cuya presencia, ahora que no está, cobra una importancia vital para el libre funcionamiento de todo. De igual forma, el calor insoportable que reinaba, ahora es reemplazado por un frío, casi sepulcral, que hace imposible la convivencia con los pocos muebles que quedan. Cajas van y vienen: libros, juegos, películas, papeles, más libros y juguetes esperan en suspensión criogénica de cartón para iniciar su nueva vida. Los objetos inservibles y muebles desgastados nos miran, sollozando, implorando no ser regalados o sacrificados; todo en la casa parece querer reencarnar en el nuevo hogar.

Gradualmente se comienzan a desdibujar los contornos del antiguo hogar. La convivencia se hace insoportable con las paredes vacías y el eco que atormenta al maximizar y repetir cualquier ruido. Ya no hace falta caminar con cuidado entre los muebles y adornos; ahora, hay un espacio tan grande que se comienzan a extrañar a esa silla con la que siempre tropezábamos en la penumbra y que servía de guía para llegar hasta la cocina.

Obviando lo general (la sala sin muebles, el baño con repisas vacías o la cocina sin cocina), lo más duro de la mudanza es cuando se debe vaciar el cuarto. Lentamente, día a día, se van sacando aquellos objetos inanimados que, paradójicamente, le daban vida: la cama donde tanto se soñó, la silla que servía para leer, la biblioteca que guardaba cientos de historias leídas y por leer, la mesita de noche que servía de deposito para revistas y películas. Los recuerdos se pasean como nunca, felicidad, tristeza, vida, muerte, amigos, amores, familia, música, anécdotas, momentos inolvidables; el mudarse es el mejor ejercicio de memoria que puede existir... ¿Cuántas cosas pueden contener 4 simples paredes? Despedirme de ellas es como dejar atrás una vida entera, casi como volver a nacer.

Los cambios siempre son buenos y más cuando se trata de una mudanza. No todo es melancolía, el comenzar de cero -organizar el espacio en función al presente, comprar ese mueble que no cabía en ningún lado o guindar ese cuadro que por tanto tiempo se guardó -, tiene sus ventajas. Emoción, expectativa, proyecciones a corto plazo y una renovada vida por delante le esperan a los apartamentos. Sólo espero que el heredero de mis 17 años de recuerdos sepa sacarles provecho a estas paredes que por tanto tiempo fueron parte de mi vida. Por mi parte, tengo tantos planes para mi nuevo hogar que de sólo pensarlos una sonrisa borra los restos de nostalgia en mi rostro...

¡Nos leemos en mi nuevo hogar!


PD: no huyo del país, sólo me mudo a otro municipio =p.

miércoles, enero 31, 2007

Mudanza una vez más... ¡Regresando!

¡Hola a todos! No crean que me he perdido de nuevo y sin razón. Mi desaparición está plenamente justificada: organizaba mi mudanza a blogspot una vez más. Sí, luego de tantos rollos con WordPress, decidí regresar a mi antiguo domain, después de todo, ya estoy acostumbrado a postear acá y con esta cosa del beta el diseño del blog se simplifica muchísimo. Mi gran motivo para mudarme era el no poder clasificar mis post ni poder tenerlo todo ordenado por fechas; ahora, gracias a la tecnología de Blogger -valga la cuña-, por fin puedo tener toda la info como Dios manda.

Como podrán ver, he organizado todos mis posts por categorías y fecha, subí los que puse en el dominio anterior, arregle los links, medio actualice mi perfil y demás cosas que, aunque nadie note, me hacen feliz =p. Esto tomó bastante tiempo y entre la universidad, los cursos y demás cosas que no vienen al caso, la mudanza fue tan lenta como una compu con dial-up intentando ver un largometraje en youtube.com. Pronto estaré completamente de regreso, en 2 semanas salgo de la universidad y podrán leerme como debería ser -una vez por semana, como cualquier Magazine respetable. De momento, me despido con una cita decente que les devuelva el tiempo que gastaron en leerme y colocando mi fotico nueva para el perfil, ¡Saludos!

"Se ha dicho que el silencio es una fuerza; en otro sentido lo es, terrible, cuando está a disposiciónde aquellos que son amados. Acrece la ansiedad del que espera. Nada nos incita tanto a aproximarnos a un ser como lo que de él nos separa, y ¿qué muro más infranqueable que el silencio? Se ha dicho también que el silencio era un suplicio capaz de volver loco a quien estaba condenado a él en prisiones. Pero ¡qué suplicio, mayor aún, que el de guardar silencio, el de soportarlo de parte de aquel a quien se quiere!"
El mundo de Guermantes,
Marcel Proust

martes, enero 16, 2007

Sobre el camino...

¿Cómo puedo encontrar El camino?, es una pregunta que muchas veces nos asalta durante el transcurso de nuestra vida. La respuesta es difícil; aunque existen cientos de libros de autoayuda con leyes espirituales del éxito, metáforas baratas sobre monjes y ratones, ninguna guía es válida cuando se trata de algo tan complejo como el ser humano. Sí, puede que a muchas personas les funcione la autoayuda (por algo vende tanto), pero la esencia de la vida que tanto anhelamos poseer está fuera de cualquier texto.


Esto podría resumirse a las palabras que repetía un queridísimo amigo mío haciendo alusión al famoso (¿escritor?, creo que los que escriben en el género de la autoayuda, con mis respetos, necesitan otro gentilicio, sería una desgracia poner a Kafka o a Dostoievski en el mismo plano del inventor de ¿Quién se ha llevado mi queso?… ¿no?) Deepak Chopra. Mag, el compañero en cuestión, solía sentarse en una esquina de mi cuarto mientras hojeaba los libros de Chopra con una mueca sardónica, chasqueando la lengua con su paladar y agitando su cabeza de un lado a otro repitiendo: “Bond, la autoayuda peca de superflua y hippie; cualquiera con 4 dedos de frente sabe que es imposible decirle a un preso que es violado a diario: tranquilo amigo, perdónalos y déjalo fluir; sonríele a la vida“. Sintetizando las palabras de mi camarada, cualquier manual o guía de cómo vivir la vida o qué hacer con ella queda obsoleto: sólo podemos atenernos a la experiencia y en base a ella escribir y reescribir nuestro propio manual de cómo vivir.


No debemos olvidar que la verdad absoluta o el camino perfecto (ese que, en teoría, poseen Dios/Buda/Alá/Elvis y otras deidades) no éxiste. Podemos imitarlos, tomar sus enseñanzas, pero después de mucho andar por la vida, lo único que debe reinar en nosotros es nuestra verdad. Esa que obtenemos de nuestros errores y aciertos, esa que es independiente del que vayamos a la iglesia o nos atiborremos de pastillas como El Rey, esa que toma un poco de esto y de aquello, esa que definió Herman Hesse en Sidhartha, esa que única y exclusivamente nos pertenece. Para culminar, me despido con las sabias palabras de alguien que consiguió su camino y que, mejor que nadie, puede hablar al respecto: Marcel Proust.


No hay hombre –me dijo-, por sabio que sea, que en alguna época de su juventud no haya llevado una vida o no haya pronunciado palabras que no le gusta recordar y quisiera ver borradas. Pero en realidad no debe sentirlo del todo, porque no se puede estar seguir de haber llegado a la sabiduría, en la medida de lo posible, sin pasar por todas las encarnaciones ridículas u odiosas que la preceden. Ya sé que hay muchachos, hijos y nietos de hombres distinguidos, con preceptores que les enseñan nobleza de alma y elegancia moral de escuela. Quizá no tengan nada que tachar de su vida, acaso pudiesen publicar sobre su firma todo lo que han dicho en su existencia, pero son pobres almas, descendientes sin fuerza de gente doctrinaria, y de una sabiduría negativa y estéril. La sabiduría no se transmite, es menester que la descubra uno mismo después de un recorrido que nadie puede hacer en nuestro lugar, y que no nos puede evitar nadie porque la sabiduría es una manera de ver las cosas. Las vidas que usted admira, esas actitudes que le parecen nobles, no las arreglaron el padre de familia o el perceptor: comenzaron de muy distinto modo, sufrieron la influencia de lo que tenían alrededor, bueno o frívolo. Representan un combate y una victoria. Comprendo que ya no reconozcamos la imagen de lo que fuimos en un primer período de nuestra vida y que nos sea desagradable. Pero no hay que renegar de ella, porque es un testimonio de que hemos vivido de verdad con arreglo de las leyes de la vida y del espíritu y que de los elementos comunes de la vida, de la vida de los estudios de pintor, si de un pintor se trata, hemos sacado alguna cosa superior
Marcel Proust, A la sombra de las muchachas en flor

sábado, enero 06, 2007

12 cosas que no pueden faltar en un Fin de Año

¡Feliz año! Sí, un poco atrasado, pero nunca es tarde para desear cosas buenas =p… Aunque ya ha pasado algo de tiempo desde que cambiamos el 6 por el 7, de seguro todos ustedes deben estar hartos de las cadenas -muy bonitas, pero un poco huecas- sobre “paz, amor, bendiciones y salud”… Tranquilos, no voy a agobiarlos con oraciones prediseñadas ni frases lisonjeras; me limito a desearles, de corazón, lo mejor y que el 2007 sea más alegre que su antecesor.


Puede que esté siendo diacrónico, pero no podía dejar escapar el magno evento de El Fin de Año sin escribir ni una línea al respecto. Tardé unos días, es cierto, pero la musa salvó al blog del olvido -como siempre jeje- y se me ocurrió hacer una de mis famosas Listas sobre este acontecimiento. Como todos sabemos, después del Miss Venezuela, El Mundial, Globovisión, La Vinotinto y El Béisbol, el 31 de diciembre es uno de los actos más emblemáticos que une a la familia y amigos venezolanos. Al igual que cualquier celebración, esta fecha tiene ciertas características, casi milenarias, que se repiten de generación en generación… a continuación, una breve disección de ellas:


12 cosas que no pueden faltar en un Fin de Año:


1) La circulación de las famosas cadenas -algunas desde el 30 de diciembre- vía mail o mensajería de texto. Frases cuya redacción delatan el plagio del remitente y que nunca se sabe de dónde salen ni quién las escribe.


2) Todos en casa -sea un apartamento de 60 metros o una mansión- se visten de gala con los famosos estrenos (ropa nueva que debe usarse por primera vez, no importa que tan lujosa sea, en la celebración del fin de año).


3) Aunque el eterno soundtrack que debe reinar en el evento debe ser un cd gaitas o aguinaldos, nunca debe faltar algún recopilatorio de La Billo’s que, dicho sea de paso, ha sonado toda la vida en cada 31 o 24 de diciembre (CD que contenga éxitos como: “Año nuevo, vida nueva“, “Piano merengue” y “La marina tiene un barco, la aviación tiene un avión: Vamo’ a ver los cadetes que hoy están de graduación“).


4) La cena de fin de año debe tener: hayacas, bollitos, pernil, pan de jamón -que será desbaratado por algún familiar que no gusta de las pasas y/o aceitunas. Alimentos que serán acompañados con bebidas como: champaña, sidra, vino, cerveza, whisky o cualquier clase de sustancia alcohólica que haga que la gente empiece el año entonado.


5) Los comensales, sean 3 pelagatos o 10 generaciones completas, deben brindar en copas (así sea Pepsi su contenido).


6) Durante la cena siempre se repiten las mismas anécdotas familiares que todos conocen (cuando Pepito se rascó, la vez que María se hizo pipi en su bautizo, aquella vez que el tío José explotó un Kiosko con un cohetón, entre otros).


7) Dependiendo de la extensión de la familia todos deben sentarse a la mesa o comer en sus adyacencias (cocina, sillas, muebles, piso, entre otros).


8) Sea grande o pequeña la familiar que se reúne, nunca pueden faltar:

a. El tío que se rasca.

b. La tía que llora de nostalgia (o de la curda, al igual que el tío anterior).

c. El primito que corre por la casa.

d. El hijo que trae un “pana” o a la novia coleados.

e. El hermano mayor que se va de rumba o “Pa’ plaza Altamira” y pasa toda la cena molesto por tener que “calarse a esa cuerda e’ viejos“.

f. El cuñao jodedor que se gastó 2 millones en fuegos artificiales y que los lanza junto con los menores de edad -a pesar del poco consentimiento de los padres de la criatura en dicha acción.

g. El abuelito que se duerme justo al marcar las 12.


9) Faltando 2 o 3 minutos para la medianoche, sintonizar alguna emisora de radio donde se escuchen las famosas 12 campanadas (o, lo más sofisticados, ven alguna fiesta de fin de año, pregrabada, del canal de su preferencia).


10) Dependiendo de la formación y tradiciones familiares, al llegar el Nuevo Año comienza una especie de gincana donde cada miembro de la familia hace un ritual diferente. Entre ellos se destacan:

a. Ponerse ropa interior amarilla (que las mujeres asumen como hilo y los hombres como tanguita) para tener buena suerte durante el año.

b. La madre que rompe media casa llena de adornos sacando la maleta y corriendo de un lado a otro fuera del apartamento, como si estuviese poseída, gritando: “me voy pa’ Mayami! Pa’ Europa!“.

c. Las carteras o dólares debajo del sobaco para atraer el dinero.

d. La tía solterona paseando algún Ken -tomado a la fuerza de aquella niñita que se trajo sus Barbies- para conseguir novio el año entrante.

e. Y por último, la mayor actividad de riesgo en un fin de año: las 12 uvas. Tradición que hasta ahora no ha cobrado vidas en ningún hogar venezolano, pero más de un susto al ver a algún familiar atragantado engullendo 1 uva por segundo.


11) Después de la 1am, lentamente, la calma vuelve a la reunión: parte de los familiares se van, los primitos se quedan dormidos, los hombres -que sin importar su parentesco, ahora se llaman entre ellos compadres- se reúnen a tomar whisky y hablar mal del gobierno, las mujeres -entonadas- se terminan las botellas de sidra/champaña/vino o abren una de Ponce Crema para echar cuentos o destrozar el vestido infame de tal comadre o como fulanita le pega los cachos a menganito, los jóvenes se van de rumba y los más pequeños, al no obtener la visa para huir, se quedan frustrados viendo televisión o jugando Nintendo.


12) Por último, para cerrar con broche de oro, nunca falta el tío borracho que llega a las 2am y que estaba con la otra parte de la familia (si, esa que compite con la de este relato haciendo su fiesta de fin de año paralela) sobando a todo el mundo y ubicándose con los demás hombres, eso si, haciendo más ruido que todos ellos juntos.