miércoles, agosto 25, 2010

¿Cómo conquistar a una chica?

... Un poco tarde, nuestro querido Marcel Proust nos explica cómo hacerlo en otro fragmento de Los placeres y los días. No podía evitar publicar esto para que los lectores de Blue Fields no terminen con el corazón roto =).

XI. ESCENARIO, Marcel Proust (fragmento de Los placeres y los días)


Honorio está sentado en su habitación. Se levanta y se mira en el espejo:


Su corbata. -Van muchas veces que cargas de languidez y que ablandas soñadoramente mi nudo expresivo y algo deshecho. Estás, por lo tanto, enamorado, querido amigo; ¿pero, por qué estás triste?


Su pluma. - Sí, ¿por qué estás triste? Desde hace una semana, me agotas, amo mío, y sin embargo, he cambiado bastante el tipo de mi vida. Yo que parecía dedica- da a tareas más gloriosas, creo que ya no escribiré más que cartas galantes a juzgar por ese papel de cartas que acabas de encargar. Pero esas cartas galantes serán tristes, como me lo presagian las desesperaciones nerviosas en las que me sorprendes y me descansas de golpe. Estás enamorado, querido amigo, ¿pero por qué estás triste?


Rosas, orquídeas, hortensias, cabellos de Venus; aguileñas, que llenan el cuarto. - Nos has amado siempre, pero nunca nos llamaste a tantos a un tiempo para encantarte con nuestras posturas altivas y delicadas, nuestro gesto elocuente y la voz conmovedora de nuestros perfumes. Verdad es que lo presentamos las frescas gracias de la bienamada. Estás enamorado, ¿pero por qué estás triste?


Libros. - Siempre fuimos tus prudentes consejeros, siempre interrogados, siempre desoídos. Pero si no lo hemos hecho obrar, lo hicimos comprender; corriste asimismo a la derrota, pero por lo menos no has combatido en la sombra y como en una pesadilla: no nos apartes como a viejos maestros que uno ya no quiere. Nos has tenido en tus manos infantiles. Tus ojos aún puros se asombraron al contemplarnos. Si nos amas por nosotros mismos, ámanos por todo lo que recordamos, por todo lo que has sido y por todo lo que podías haber sido. Haberlo podido ser, ¿no es ya un poco, mientras pensabas en ello, haberlo sido? Ven a oír nuestra voz familiar y sermoneadora; no lo hablaremos porque estás enamorado, pero si porque estás triste y si nuestro niño se desespera y llora, le contaremos cuentos, lo arrullaremos como antaño cuando la voz de su madre prestaba a nuestras palabras su dulce autoridad, frente al fuego que ardía con todas sus chispas, con todas tus esperanzas y todos tus sueños.


Honorio. - Estoy enamorado de ella y creo que me amará. Pero mi corazón me dice que yo, que fui tan tornadizo, estaré siempre enamorado de ella y mi buena hada sabe que sólo me amará un urea. He aquí por qué, antes de entrar en el paraíso de esas alegrías breves, me detengo en el umbral para enjugarme los ojos.


Su buena hada. - Querido amigo, vengo del cielo a traerte la gracia, y la felicidad dependerá de ti. Si durante un mes, a riesgo de echar a perder con tantos artificios las alegrías que te prometías con los comienzos de ese amor, desdeñas a la que amas, si sabes practicar la coquetería y afectar la indiferencia, no llegas a la cita que conciertas y apartas tus labios de su pecho que lo ofrecerá como un manojo de rosas, vuestro amor fiel y compartido se edificará para la eternidad sobre la base incorruptible de la paciencia.


Honorio (Saltando de alegría). - Mi buena hada, te adoro y te obedeceré.


El pequeño péndulo de Sajonia. - Tu amiga es inexacta, mi aguja ha ido más allá del minuto en que la soñabas desde tanto tiempo atrás, y en que debía llegar la bienamada. Mucho temo tener que ritmar aún bastante tiempo con mi tictac monótono la espera melancólica y voluptuosa; a pesar de conocer el tiempo, nada comprendo de la vida; las horas tristes ocupan el lugar de los minutos alegres, se confunden dentro de mí como abejas en una colmena...


La campanilla se hace oír; un sirviente va a abrir la puerta.


La buena hada. - Piensa en obedecerme y que de ello depende la eternidad de mi amor.


El péndulo late febrilmente, se inquietan los perfumes de las rosas y las orquídeas atormentadas se inclinan ansiosamente hacia Honorio; una parece mala. Su pluma inerte lo contempla con la tristeza de no poder moverse. Los libros no interrumpen su grave murmullo. Todo le dice : “Obedece al hada y piensa que de ello depende la eternidad de tu amor. . .”


Honorio (sin vacilar). - Pero si obedeceré, ¿cómo podéis dudar de mí?


Entra la bienamada; las rosas, las orquídeas, el péndulo de Sajonia, Honorio jadeante, vibran como una armonía suya. Honorio se precipita sobre su boca, exclamando «Te amo...».


Epílogo. - Y fue como si hubiese soplado sobre la llama del deseo de la bienamada. Fingiendo estar ofendida por la inconveniencia de ese proceder, huyó y sólo volvió a verla torturándolo con una mirada indiferente y severa...

lunes, agosto 16, 2010

Un poco de Proust

... Desde hace un par de años, me he dedicado a la difusión de la "palabra" de Proust. Tal como un creyente en perpetuo peregrinaje, siempre recomiendo la lectura de En busca del tiempo perdido como algo "justo y necesario", aunque entiendo lo difícil y absorbente que puede llegar a ser. A pesar de esto, como el eterno enamorado de las causas perdidas que siempre he sido, no dejo de promocionar entre mis amigos, lectores y alumnos la obra de Proust. Desde que terminé de leer hace 2 años los 7 tomos de En busca del tiempo perdido, cada año vuelvo a desandar el camino de nuestro querido Marcel y leo otro libro de él (gracias a Dios, escribió muchísimo y existen otras joyas en su bibliografía que contienen su esencia sin ser tan "pesadas" como su obra maestra). En la actualidad me encuentro leyendo el primer libro que publicó: Los placeres y los días. Una recopilación de pequeñas historias, poemas en prosa, aforismos, reflexiones y demás: como una versión pocket donde se concentra su pensamiento. Hace poco leí un pequeño relato que no podía dejar de compartir con ustedes... a ver si logro que alguien se fleche con Proust y salga a leerlo.



LAS AMANTES DE FABRICIO

Marcel Proust


La amante de Fabricio era inteligente y hermosa; no podía él consolarse de ello. “No debiera comprenderse, exclamaba gimiendo; su inteligencia me estropea su belleza; ¿me enamoraría de la Gioconda, cada vez que la miro, si al mismo tiempo oyese la disertación de un crítico exquisito?” La dejó y tomó otra querida que era hermosa y desprovista de ingenio. Pero le impedía continuamente gozar de su encanto por una implacable falta de tacto. Luego pretendió ser inteligente, leyó mucho, se hizo pedante y resultó tan intelectual como la primera, con menos soltura y ridículas torpezas. Le rogó que conservara silencio: aun cuando no hablaba, su belleza reflejaba su estupidez con crueldad. Por fin, trabó relaciones con una mujer en la que su inteligencia no se revelaba más que por una gracia sutil, que se conformaba con vivir y no disipaba en conversaciones demasiado precisas el misterio encantador de su naturaleza. Era dulce como los animales graciosos y ágiles, de ojos profundos y turbaba, como el recuerdo punzante y vago de nuestros sueños por la mañana. Pero no se tomó el trabajo de hacer por él lo que hicieran las otras: amarlo.

lunes, agosto 02, 2010

Lo mejor del mes (Julio 2010)

¡Hola a todos! Aprovechando mis dos semanas de "vacaciones", he decidido revivir el blog. Aunque no lo crean, siempre me hace falta pasar por acá (así sea como una suerte de ejercicio creativo, para que el músculo no se oxide). Para no perder la costumbre los dejo con la mejor sección del blog (y la mejor excusa para vivirlo), Lo mejor del mes


*Mejor película en cartelera*

Toy Story 3

Dirigida por: Lee Unkrich (Toy Story 1 y 2, Finding Nemo, Monster Inc.)
Escrita por: Michael Arndt (Little Miss Sunshine) (basado en la historia de John Lasseter, Andrew Stanton y Lee Unkrich)
Género: Aventura, Comedia
Duración: 103 minutos

Siempre le he tenido terror a las segundas partes. Por una regla de ensayo y error, todos los espectadores sabemos que el 90% de las continuaciones son malas. Toy Story fue una de las pocas excepciones a esa regla y al ver una tercera entrega (de la mano con Disney, culpable del fracaso de la Alicia de Tim Burton) sólo me quedó rezar por el historial sin mácula de los chicos de Pixar. Entré a la sala esperando una buena película y salí casi llorando, Toy Story 3 cierra con broche de oro -espero- la saga que dio a conocer a Pixar y que nos robó el corazón a todos. Es graciosa, dramática y aborda con una maestría encomiable un tema sumamente complicado: el crecer y madurar, cerrar ciclos, cambiar. Son pocos los films que se enfrentan a este tópico sin caer en la autoayuda o maniqueísmo. Toy Story 3, a pesar de su firma infantil (aunque todos sabemos que los múltiples niveles de lectura que poseen las películas de Pixar las hace de todo menos inocentes), llega igual a niños y adultos. Al reparar en la firma del guionista (el mismo de Little Miss Sunshine) no puedo evitar pensar que a Michael Arndt se está volviendo un maestro en el complicado arte de crecer. Definitivamente, de lo mejor que ha salido en cartelera este año.

Lo mejor: la homosexualidad latente de Ken
Lo malo: sigo sin reconocer la voz de Erika de la Vega en la muñequita



*Mejor película en DVD*

Thirst

Dirigida por: Chan-wook Park (Old Boy)
Escrita por: Se0-Gyeong Jeong (Lady Vengeance y I'm a Cyborg, But That's OK) y Chan-wook Park (Old Boy, Lady Vengeance, Sympathy for Mr. Vengeance) (inspirados en el libro de Emile Zola "Therese Raquin)
Género: Drama, Horror
Duración: 133 minutos

Para mis efectos personales, Chan-wook Park es uno de los mejores directores de la actualidad (todas sus películas poseen ese complicado equilibrio entre guión y puesta en escena, cualidad que sólo los maestros logran). Desde Oldboy vengo siguiendo su trabajo de forma religiosa y siempre termina sorprendiéndome... Thirst no es la excepción. La historia va de un cura obsesionado en ayudar a los demás. Su devoción lo lleva a prestarse como conejillo de indias para curar una extraña enfermedad. Luego de llenarse de ronchas y botar sangre por todos los orificios posibles, recibe una transfusión de sangre, muere y revive como una suerte de vampiro. Olvídense de la superficialidad de Crepúsculo -y de los refritos de la misma-, Thirst junto con Let the right one in es de las pocas películas que reinventan este género cada día más en boga. El cura-vampiro, sediento de sangre y sexo, termina acostándose con la mujer de un amigo con la que inicia una relación bastante particular donde los excesos están a la orden del día. Una historia bastante ruda acerca de la la caída de un héroe a los abismos más profundos y perversos del corazón humano (algo así como La corrupción de un ángel, tomando el título de Yukio Mishima). Como toda la filmografía de Chan Wook Park, la película está llena de imágenes muy fuertes (por momentos, incómodas) que quedan flotando en la cabeza del espectador como una bruma que tardará muchos días en disiparse.

Lo mejor: la poesía de ciertos planos y la fotografía, Chan Wook Park es un genio y hace que cada fotograma sea hermoso (al mejor estilo de Antonioni)
Lo peor: por sus imágenes perturbadoras puede tornarse incómoda (no es la mejor elección para una cita romántica)



*Mejor libro*

Historias en la palma de la mano - Yasunari Kawabata

Conozco a Kawabata como novelista (uno de los mejores que ha dado Japón), pero redescubrirlo como cuentista ha sido una experiencia fascinante. Historias en la palma de la mano, recoge varias docenas de cuentos cortos (de dos páginas, el más largo tendrá 5), relatos que, en teoría, cabían en la mano de Kawabata y cuyo poder reside en la corta extensión de los mismos. Escritos en diferentes períodos de su vida, el autor perfecciona en ellos su capacidad de crear imágenes y evocar reflexiones profundas en pocas líneas, casi como un verso, la mayoría de las veces sin usar adjetivos, consiguiendo las palabras justas para expresar lo que desea (una maestría que pocos escritores logran). Los relatos que encierra este libro poseen cierta particularidad que los eleva al nivel de poemas, de hecho, muchas de las historias que narra Kawabata están más cerca de ser un poema en prosa que un cuento en sí. Un libro plagado de belleza y reflexión, un fresco donde podemos conseguir aproximaciones sutiles a cualquier tema que el lector pueda imaginar. Cuentos para degustar línea a línea, historias cuya belleza proviene del complejo equilibrio entre el fondo y la forma. Kawabata podrá estar muerto y enterrado, pero su voz permanece intacta en cualquier relato de dos páginas: eso es ser un maestro.