martes, junio 17, 2014

Paro estudiantil en la #USM , ¿qué haremos?

Hace un par de horas, en una suerte de reunión improvisada (la que se tenía planeada para el día de hoy con las autoridades se suspendió), varios dirigentes estudiantiles de las diferentes Escuelas de la Universidad Santa María se congregaron en Plaza Central para hablar de las acciones a tomar en los próximos días con el tema de la inseguridad and stuff. Entre muchas declaraciones con megáfono, gente molesta, propuestas disímiles y demás, al final se decidió convocar a un paro estudiantil para el día de mañana (18/06).

En lo personal, me parece que ir a paro es colocarnos (tanto profesores como alumnos) la soga al cuello. El dejar la Universidad vacía no hará que las autoridades (que hasta el momento no se han pronunciado) resuelvan los planteamientos del alumnado ni mucho menos hará que un clima para el "diálogo" se cree. Para muestra un botón: desde el viernes la Universidad está llena de pupitres, gente congregada en la Plaza del rectorado y en los pasillos, pero todavía no hay respuesta oficial. Creo que la decisión de ir a paro debería ser algo que se discuta con los profesores de la Universidad, no una decisión de última hora en una Asamblea con 300 personas y en el calor de una protesta. 

Si los estudiantes y los profesores no se unen, de nada sirve convocar a paro. Mañana varios profesores irán (porque no hay ningún comunicado de la Escuela hablando del paro, el llamado es a asistir a nuestros salones) y, aunque muchos no daremos clases -me incluyo-, todos sabemos que habrá un porcentaje que poco le importará todo el tema y que, probablemente, siga con el curso de su materia como si nada (incluyendo examen para perjudicar a los alumnos). Este semestre es un trimestre que en la práctica ha sido dos meses de clases cuando mucho (entre el rollo del agua, la situación del país, esta coyuntura, etc). Dudo que la Universidad alargue el semestre (muchos profesores y alumnos ya tienen sus vacaciones planeadas, por no hablar del temido tema del VERANO que tanto necesitan muchos para poder graduarse, nivelarse o escapar del n-3), este paro traerá como consecuencia que los alumnos reciban una formación mediocre (dar los contenidos de todo un semestre en dos meses es algo imposible) y nos hará a los profesores correr a última hora corrigiendo 1000000 trabajos de un día para otro. El paro no afecta a las autoridades, sólo nos afecta a los profesores y alumnos (que somos los que exigimos el cambio... es como una suerte de autogol). 

En mi post pasado (que jamás pensé que tendría tanta resonancia en las redes) varios Compañeritos me cayeron encima quejándose de lo que escribía porque no proponía soluciones o no hacía nada. Queridos lectores, soy un profesor (y de optativas: no todo el mundo ve clases conmigo y mis horas a la semana son 3 por materia) no soy un Jefe de Cátedra ni una Autoridad Académica o qué sé yo. Decisiones, estrategias y demás deben salir de las personas calificadas para tomarlas. Tanto los profesores como los estudiantes estamos completamente desarticulados en la organización y la comunicación. Esto es algo que debería ser trabajado por los líderes de cada área. Algo que comience por los delegados de cada salón (... sí es que esa figura todavía existe) que se reúnan con el Centro de Estudiantes y que luego el Centro se reúna con las autoridades de las respectivas Escuelas y estos con los Jefes de Cátedra para que así todos (tanto profesores como alumnos) estemos informados de qué sucede y cuál es la estrategia a seguir. Hasta hace poco comenzó una cacería de brujas por Twitter de cuentas atacando a los profesores que no se han pronunciado. En paralelo, muchos profesores apenas se están enterando de la decisión del paro y, por supuesto, nada podemos decir o hacer hasta que las autoridades de la Escuela se pronuncien. De nuevo, profesores y alumnos estamos en la misma incertidumbre y no existen canales de comunicación ni líderes que creen un puente entre ustedes (alumnos) y nosotros (profesores). Yo escribo estas líneas preocupado por la situación, pero las decisiones, estrategias y demás no están bajo mi responsabilidad. Sólo puedo responder por mis materias (Taller de cine, Guión cinematográfico y Producción de comerciales y en todas he hablado con mis alumnos para decidir qué hacer en conjunto, aunque sabemos que muchas relaciones entre alumnos-profesores son más parecidas a una dictadura que una democracia).

Desde mi perspectiva, los estudiantes y profesores hacemos más ruido en la Universidad que fuera de ella. Por toda la contingencia del semestre y la pérdida de clases nada se soluciona con el paro. Si las autoridades toman decisiones ya estaremos a julio y nadie les va a recuperar las clases perdidas. Creo que se puede llegar a un acuerdo. Ir una hora a clases, protestar otra hora, cuadrar actividades durante la semana donde los alumnos y profesores puedan comunicarse para plantear sus inquietudes, pasar por todos los salones a hablar con los alumnos y profesores de la situación, escuchar propuestas, etc. Los estudiantes por su lado y nosotros por el nuestro sólo hará que terminemos peleando (y, de nuevo, esto poco afecta a las Autoridades que son las encargadas de dar respuesta a todo el rollo). Ambos -alumnos y profesores- padecemos de los mismos problemas y esperamos las mismas soluciones. Dañando nuestras instalaciones y trancando la Universidad sólo nos fregamos nosotros (por no hablar de los Compañeritos que aprovechan estas situaciones para ir a ver el Mundial o tomar en el estacionamiento desvirtuando por completo el sentido de la protesta). 

Por mi lado, mañana iré a la Universidad (todos los profesores estamos obligados a ir hasta que no se emita un comunicado oficial). Si nadie va no pienso dar clases, pero si todo el salón está lleno y quieren ver clases tendré que darlas. Para que una protesta tenga sentido debe haber cohesión. Además, tenemos que tener claro que, si bien es cierto que estos problemas nos afectan a todos, muchos desean ver sus clases y salvar el semestre (y eso es algo lógico, están pagando por ello, necesitan graduarse y están en su derecho de querer ver clases). No podemos satanizar a este grupo de personas (como hoy que nos quitaron la luz a varios salones a mitad de clases en son de protesta, exponiendo nuestra seguridad y pudiendo dañar los pocos recursos que tenemos) .Sólo uniendo criterios con los representantes se puede llegar a un acuerdo al que todos podamos plegarnos... hasta que la Escuela y los representantes no estén en consonancia estamos creando más problemas que soluciones. Ir a paro es como haber pagado una hamburguesa en McDonalds y en protesta por el mal servicio dejarla servida en la mesa: ya la transacción está hecha y poco le importa al dueño del local si comemos o no. En cambio, si nos quedamos dentro del local y hacemos ruido, de seguro "algo" sucederá. 

Estamos viviendo un momento crítico en nuestra Escuela y si queremos un cambio tenemos que comunicarnos y unirnos. Este es mi punto de vista, pueden estar de acuerdo o no, pero creo que es hora de escucharnos. Tanto en la Universidad como en el país la radicalización sólo nos ha traído más problemas que soluciones. Esperemos que pronto podamos llegar todos a un consenso. 

jueves, junio 12, 2014

Lo que sucedió en la USM este jueves 12 de junio

Son las 9:20pm, acabo de llegar a mi casa luego de vivir una hora de completa anarquía encerrado en la Universidad Santa María. Mientras daba mi clase de Taller de cine, un grupo de compañeritos me informaron que había una situación irregular: robo, disparos, heridos dentro de la Universidad. Desde ese momento las llamadas, tweets, rumores y demás comenzaron a colarse. “Hay 1 muerto y varios heridos”. “No hay muertos, sólo heridos”. “Hay varios malandros dentro de la Universidad y armados”. “Trancaron todos los accesos”. “Llegó la policía”. “No ha llegado la policía” y demás informaciones que aumentaron la ansiedad y el caos general. 

La versión que manejo de primera mano es la siguiente: varios antisociales entraron a una camioneta que iba subiendo a la universidad, mostraron carnet y de salida, dentro de la Universidad, robaron a todos. Hubo una confusión donde dos estudiantes resultaron heridos y los ladrones se escaparon. No sé si efectivamente salieron de la Universidad. No sé si siguen en este instante allí junto con los alumnos y los profesores (aunque esta es la versión que la mayoría de la gente maneja). Lo único que sé y que viví fue todo el caos que dicha acción generó. 

En la Plaza del rectorado decenas de personas aglomeradas gritando por la situación, estudiantes iracundos pegando gritos exigiendo que alguien diga algo. Una autoridad académica. Un profesor. Un seguridad. Alguien. Pero el caos reina y nadie sabe qué pasa ni cómo actuar. En paralelo, otros estudiantes sacan pupitres y los esparcen por todos los módulos. Otros, tomados por la ira y la desesperación, comenzaron a lanzar objetos a las oficinas administrativas para romper ventanas (asumo que drenando su frustración por falta de respuesta). Dañaron las instalaciones del Cafetín de los pobres (lugar en el que todos  hacemos vida y que nada tiene que ver con la situación) y, en paralelo, varios profesores y estudiantes intentábamos salir del lugar. Pero trancaron las entradas y salidas, supuestamente buscando a los antisociales que se presume que siguen en la Universidad. 

Por suerte, logré salir hace poco tiempo y  mientras escribo esta líneas (9:31pm), trancaron de nuevo todos los accesos a la Universidad y hay muchos alumnos y profesores que no pueden salir, exponiéndose y, lo peor, nadie dice nada, nadie sabe nada, sólo hay rumores de una situación irregular. Lo que resulta más grave de todo porque es en la anarquía donde ocurren las peores tragedias. Hay medios que reseñan que la policía llegó y se llevó a los antisociales, cosa que hasta este instante es falso. Temo por la seguridad de los compañeros que no tienen vehículos y que depende del transporte público que no puede pasar para poder salir del sitio. 

No sé en qué va a terminar toda esta situación. Tampoco tengo una respuesta viable, pero sí tengo un par de cosas que decir al respecto. Me va a dar mucha rabia si mañana trancan de nuevo la Universidad (como si el trancarla fuese a solucionar algo), no sólo está el semestre en juego (que no llega ni a trimestre) si no la seguridad de todos. Secuestrarse en la Universidad sólo ha generado más robos, deterioro de las instalaciones que todos usamos y dista mucho de ser una solución. Más rabia me va a dar si trancan la Universidad y cuando comience el partido de fútbol salgan corriendo a verlo. Me llenaría de ira el escenario más previsible: mañana dirán que van a redoblar los esfuerzos de seguridad, ponen a 3 sexagenarios con escopetas de mentira a dar vueltas con desgano por los pasillos, otros 3 desdichados “piden” carnet para entrar y durante 1 semana (no más) se crea una sensación de seguridad que durará un par de semanas hasta que en un mes -o menos- vuelva a suceder otra situación irregular. 

Amo profundamente mi casa de estudios. Me gradué en la Santa María y tengo casi 6 años como docente. 11 años yendo al mismo sitio. Adoro a mis estudiantes, lidio constantemente con las deficiencias de la Universidad (falta de equipos, los baños, la desinformación), pero jamás había presenciado un caos tan grande como el que se desató hoy y ni hablar de todas estas protestas estériles que no llevan a nada. Si los estudiantes y los profesores queremos un cambio en nuestra casa de estudios tenemos que organizarnos. No es posible que en una situación tan tensa como la de hoy no haya nadie que de respuesta ni del lado docente ni administrativo ni del centro de estudiantes ni de los organismos de "seguridad". No es posible que la desinformación sea la que reine (porque los profesores estábamos tan asustados y perdidos como los alumnos). Por eso mismo estoy escribiendo estas líneas, para expresar mi punto de vista e intentar mover la conciencia de algún compañero que lea esto. Las quejas en los pasillos no solucionan nada, las acciones que podamos tomar sí. El problema no es que robaron (vivimos en Sin City, en todos lados roban), el problema es que cada día roban más y no hay ningún tipo de solución. Esto no es un hecho aislado, es sólo un punto más en una escala que desde hace tiempo no ha dejado de subir. Hoy fue por enésima vez en una camioneta y con dos heridos. Mañana podría ser un disparo a cualquiera que esté leyendo estás líneas. ¿Hace falta que muera un compañero para que la gente reaccione?, ¿es que acaso tampoco se puede ir a la Universidad para aprender y estar tranquilo? Lo peor es que todos somos potenciales víctimas: profesores, alumnos, personal administrativo. Todos estamos a merced de la inseguridad, sea en un salón de clases, en el estacionamiento, en los pasillos o en cualquier lado y eso no es normal, al menos no dentro de una casa de estudios privada que debería ofrecer un mínimo de seguridad a todos los que hacemos vida en ella. 

Siempre he dicho que la Santa María es como una pequeña Venezuela y, hoy más que nunca, me duele mi país por partida doble. Tenemos que organizarnos si queremos un verdadero cambio y no podemos esperar que las cosas se arreglen solas. Destruir las instalaciones es como destruir Chacao: no ganamos nada. Hay miles de formas más inteligentes de protestar y que van a generar mayores cambios. Las autoridades de la Universidad deben abrir los ojos, ser receptivas y entender que la situación se está saliendo de control. Son las 9:40pm y todavía siguen encerrados mis compañeros en la Universidad. Todavía nadie se pronuncia. Todavía nadie sabe nada, nadie da la cara, nadie sabe qué hacer (o, al menos, eso es lo que se maneja porque, una vez más, nadie da información oficial). Se deben tomar medidas antes que ocurra una tragedia mayor y esto debe empezar por nosotros, no esperar a que las autoridades resuelvan todo. Al igual que el país, la Universidad es una olla de presión y el día que estalle sólo va a afectar a los que amamos a nuestra casa de estudios y hacemos vida en ella: los profesores y estudiantes.

miércoles, junio 04, 2014

Sabiduría Holmesiana #8

"Todos los dones especiales se convierten en una molestia a su poseedor cuando no se utilizan"
Sherlock Holmes - Arthur Conan Doyle