martes, diciembre 07, 2004

De bolita "cuchi" a narcotraficante

Hace poco, aquí en Caracas, se celebró la famosa "Rumba espesa" a la cual asistí con la excusa de apoyar a mi antiguo colegio. Dicho evento patrocinado por Ketchup Heinz ya tiene 3 años realizándose y en ese escaso tiempo ya se ha vuelto una especie de tradición entre los colegios de la ciudad. En él se presentan gran parte de los liceos de la ciudad y al final del evento siempre tocan bandas famosas y un artista internacional. Para participar, los estudiantes que cursen el último grado de estudios deben cantar y bailar -con coreografía y vestuario incluido- alrededor de 3 o 4 canciones además de crear un jingle para la salsa de tomate. Todo esto con el fin de ganar alguno de los premios que se otorgan: mejor barra, mejor jingle, mejor vestuario y los clásicos tercer, segundo y primer lugar. Estos galardones además de tener un significado especial para el colegio, como cualquier otro premio, vienen acompañados de dinero para la fiesta de graduación, por ende todos los colegios hacen hasta lo imposible por ganar.

El punto de este post no es hablar del intercolegial como tal, si no de las perversiones -si se puede usar dicho término- que se suscitaron allí. Como era de esperarse, el evento estaba lleno de adolescentes que pertenecían a alguno de los colegios participantes, todos menores de edad y en estado de euforia colectiva. Algo completamente normal, sólo en teoría, ya que en la práctica fue una especie de pandemónium –por no usar la palabra orgía. Durante el desarrollo del evento la mayoría de los estudiantes –de edades comprendidas entre 13 y 17 años cuando mucho- se la pasaron fumando, bebiendo, consumiendo drogas y dando cualquier cantidad de espectáculos dantescos con sus novias, escenario que de por si es alarmante sin aun entrar en detalles. Es realmente aterrador ver a un niño de 13 años, que apenas se está desarrollando y descubriendo el mundo, con un cigarrillo de marihuana en la boca, tomando más cerveza que cualquier adulto normal y besando a su novia –de la misma edad o menor que él- con más lujuria que cualquier película pornográfica. Dicho cuadro se repitió una y otra vez en el evento con diferentes parejas de todas las edades –todos menores cabe resaltar.

Aunque suene algo conservador o puritano lo que vi en ese concierto me dejó muy preocupado por nuestra “supuesta” generación de relevo. Recuerdo que cuando estaba cursando el último año de mi bachillerato, se era malo por escaparse de clases y el mayor disparate que se podía hacer era llevar licor a escondidas para tomar en clases. Una parte del salón –la mitad o un poco menos- ya había perdido la virginidad, además fumaba y tomaba como cualquier adulto, y dentro de ese porcentaje se encontraba una pequeñísima porción que ya había experimentado con drogas. Son cifras “aceptables” si se tiene en cuenta que todos tenían entre 16 y 18 años… pero ahora la realidad es otra. Hace más de un año que me gradué y en ese corto lapso de tiempo, ya hay niños que están entrando a la secundaria haciendo cosas que mi grupo hacía cuando salía de ella. Cabe acotar que mi colegio no era ningún antro, por el contrario, era un liceo muy bueno que irónicamente pertenece a la iglesia católica.

Un caso que me dejó en shock fue el de un amigo llamado “Pansita” que estaba 2 grados por debajo de mi grupo. Pansita –como lo llamábamos de cariño por ser gordito y cuchi- era un chico bueno, no muy estudioso pero bastante “sano”. Jugaba Magic, rol, nintendo, tocaba guitarra, en fin, no tenia ningún vicio peligroso; inocente, de buen corazón, y muy pana este chico siempre se la pasaba con mi grupo –a pesar de ser 3 años menor que todos. Después que todos entramos a la universidad y el se quedó estudiando en el colegio, dejamos de vernos con tanta frecuencia como antes, hasta que por fin, después de casi 1 año sin verlo me lo encontré en el intercolegial de gaitas. Cuando lo vi me quedé atónito: estaba alto, demacrado, con piercings en las 2 orejas, fumando marihuana, vestido como un vulgar ladrón y tomando cerveza. La mayor sorpresa fue cuando empecé a hablar con él; al verme me saludo como toda la vida, me abrazó y empezó a hablar como el “pansita” de mis tiempos, todo iba bien hasta que le pregunte por su vida. Me contó que es conocido en los bajos fondos como “el panza”, ha probado casi todas las drogas del mercado pero se quedó con la marihuana, además distribuye cualquier tipo de sustancias estupefacientes -las cuales nombro con precio incluído-, para rematar es mafioso y se puso a la orden en caso que tuviera cualquier “problema” con una persona.

Para empeorar las cosas, el grupo de Pansita –chicos de su edad que antes eran llamados nerds- están en la misma tónica que él. Al principio pensé que todo lo que me contó era mentira hasta que lo vi fumando marihuana con el resto del grupo y enseñándoles como pasó su navaja sin ser detectada por los guardias del evento. Muchas personas del colegio me confirmaron que Pansita se había vuelto un vándalo y que en repetidas ocasiones lo han conseguido usando y vendiendo drogas en el colegio. Por si fuera poco, mi antigua casa de estudios se convertido en un antro: venden drogas en todos lados, fuman en cualquier sitio, roban en los baños y llevan hasta pistolas para robar.

Pansita es solo un ejemplo vivo de la enorme pérdida de valores que posee nuestra “generación de relevo”. En ese concierto para adolescentes vi más depravaciones que en cualquier antro que haya visitado en mi vida, lo cual es alarmante. Si un niño de 14 años ya tiene relaciones sexuales, fuma, toma en exceso y usa drogas ¿Qué se puede esperar que sea cuando tenga 21 años? Todos esos niños si bien es cierto que están en la edad de “experimentar”, también es verdad que están en pleno desarrollo, donde las personas empiezan a adquirir una personalidad y una especie de “postura” ante la vida. Si se prueba –y se abusa- de los vicios como la droga, el sexo y el alcohol teniendo tan corta edad y sin saber nada de la vida -ignorando el daño enorme que hacen esos vicios-, dicha experiencia no puede traer nada bueno como aprendizaje.


Quisiera dar una especie de “conclusión” o moraleja a toda esta problemática pero creo que todo esto se escapa de mis manos. La sociedad está demasiado dañada como para evitar todo este deterioro moral. Sólo nos queda a los vestigios de “los tiempos mejores” ver como podemos ayudar a mejorar esta realidad. Aconsejando a un hermano, amigo, primo o conocido que este pasando por esta difícil etapa es un paso, pero como seres “útiles” a la sociedad en que vivimos deberíamos hacer algo más contundente. Yo por mi parte, intentare salvar lo que quede del antiguo pansita que conocí alguna vez…

4 comentarios:

Aleiex dijo...

O_o wow, coincido contigo luis; definitivamente esta generación de relevo, como le llamas, está destrampada y decir destrampada es ser decentes quedándose corto en la expresión... Sí existe una triste pérdida de valores, sin embargo no he podido concebir una solución cuerda ya que en teoría si han empezado a esta edad, deberían madurar antes y -tranquilizarse- pero a todos los miembros de -la generación que nos sucede- (como recita el antiguo rito de entrega de bandera mexicano...) parece que les dan más y más cuerda conforme pasa el tiempo.

Que los chicos de secundaria tengan relaciones sexuales no es alarmante, lo que es alarmante es que se exiban tanto ya que según recuerdo... era un gran misterio eso del sexo y aún en nuestro tiempo se trataba con respeto. Por suerte me tocó aprender poquísimo a poco para entender que el sexo nace del amor, no de la lujuria.

Pancita es un claro ejemplo del chico que se quedó fuera de su generación porque convivió con gente más "madura" (bueno, 'madura' porque... eres un chamaco jajaja no es cierto ;) no podía dejar pasar la oportunidad de hacerte un chistorete) y cuando se quedaron a la deriva la única opción era ser el tipo 'cool' que puede retar a la autoridad y caminar impune por los pasillos de la escuela cometiendo más crímenes que un vándalo de la calle.

Por qué pasó esto? Qué fue lo que descuidamos o qué mensaje no transmitimos correctamente? Cabe mencionar que nuestra generación no es tan pura como parece, también hubo varios casos en mi secundaria en los que pudo haber niñas envenenadas, niños empalados en una varilla o niños ahogados en una alberca. Este año dos se suicidaron y otros dos murieron en un accidente automovilístico (y no dudo que la depresión y los niveles de alcohol estuvieran en cero)... Voltearé a ver la generación -que nos sucede- y veré que van por malos pasos, ojalá despierten pronto y sean más cuerdos que nosotros. Ojalá no se desperdicien y se vuelvan una basura porque cuando seamos viejos ellos controlarán al mundo, si para entonces siguen tan mal o peor que como están ahora prefiero no estar bajo su gobierno del mal.


Y después de mi "larguest answer to a post ever" ... me despido deseándote suerte en tu rescate de don pancita, por mi parte trataré de guiar a mi hermana y a mis primos que ya se empiezan a perder en un mundo sin corazón.

NOlo dijo...

WOW, si, no cabe duda que nuestra generacion fue lo ultimo decente que existio jajajaja (seguro igual dicen nuestros papas de nosotros)...

Una prueba mas de que nos estamos poniendo viejos y cascarrabias :p, y de que las generaciones que vienen estan perdidas en el Limbo y sin una guia prudente .__.

Ahh y mantente en contacto con tu amigo el panza, nunca sabes cuando lo puedas necesitar :o

Anónimo dijo...

Chamo, no lo peudo creer de pana. Para los que lean este post, soy neo, un pana de Luis y por supuesto de pansita, auqneu nunca estudié en su colegio. De hecho yo sí lo ví durante el pasado año, iba mucho a sus casa ya que el es muy buen guitarrista (no sé si lo siga siendo). La pasábamos muy bien allá, jugábamos Magic y platicábamos casi todos los viernes en al tarde. De vez en cuando tuvimos conversacioens acerca del cigarrillo, me dijo que ya no fumaba (fumó cuando tenía como 14 años y yo me disgusté por eso) y que no pensaba hacerlo, que la música era lo que más quería y que su grupo de amistades era como él. De hecho, jugamos football varias veces y conocí a sus amigos. No mentía, eran buenos muchachos. Hace como 6-8 meses que no lo veo y no puedo creer lo que acabo de leer... es cierto que la generación que nos sigue está algo desviada pero jamás creí que un amigo cercano podría a estar empaquetado en ese grupo. He ido a un par de conciertos, he visitado varios lugares de reunión juvenil y debo decir que cada día me preocupa más la situación de esta generación de "relevo", como la llama Lemon. Creo que todo parte de un sentimiento de rebeldía que nace en cada uno de estos jóvenes yq eu cada día es alimentado por los medio de comunicación, entiéndase Internet, radio y nuestra adorada televisión. No es culpa de los medios, por supuesto, pero creo que son catalizadores. La familia creo que es la principal responsable. En el caso de Panza, él vivía (vive, supongo) solo con su madre, quien está algo mayor y no es muy autoritaria que digamos. Claro, yo no soy quien para criticar la educación familiar de nadie, pero antes me sentía junto con nuestro grupo de amigos que éramos el ejemplo de chcios como Panza, Rata Bulímica, Asmita y los demás chicos menores que se reunían con nosotros. Creo que fue aún mayor la influencia de personas con vicios y malas conductas que las que nsootros pudimos ofrecer. Yo personalmente no critico las drogas en general (lícitas e ilícitas)ni el sexo porque son parte de nuestro mundo y de nuestra sociedad, lo que critico es la irresponsabilidad en su uso/práctica. No hay nada mejor en el mundo que disfrutar una relación íntima con su pareja, o saborear un buen trago e incluso beber de más en una que otra fiesta. No opino de las drogas o del cigarrillo porque jamás los he probado. Pero siempre y cuando se haga con cierta responsabilidad y con conciencia las cosas tienen un sentido. No creo que un chamo, no quiero decir niño, de 14-15 años tenga responsabilidad al fumar marihuana, beber 20 cervezas seguidas o al tener relaciones con su pareja (o amig@, o conocid@, lo que sea). Me gsutaría conocer principalmente los motivos que los llevaron y los llevan a hacerlo. La primera vez que yo tomé fue con mi hermana, luego con mi padre y finalemten con mis amigos, epro jamás con extraños. Yo tuve relaciones con mi pareja, que conocía desde hacía 2 años atrás, porque estaba enamorado. Y ambas cosas las hice con la mayor responsabilidad que consideré, mantiniéndome dentro de los límites y tratando de disfrutar lo más sanamente posible. Pero, ¿qué los lleva a ellos a hacerlo? ¿Qué quieren demostrar? ¿Que son maduros? ¿Que pueden? A mi parecer, se comportan como imbéciles, todos igualitos como un rebaño de ovejas que sólo transmiten una gran tristeza y falta de afecto. Terminaré este post ladilla con una frase que leí que da risa y me recuerda a esa juventud: "Yo quiero ser diferente, como todos los demás!!!!"

PS: Felíz año, Luis, nos tenemos que tomar unas birritas un día de estos :P

Anónimo dijo...

bueno, es muy doloroso, que las generaciones futuras caigan en vicios o en malos habitos tan temprano, pero es bueno saber que no todos llegamos a eso.

y bueno me quede traumada con lo de tu amigo...
hasta ahora mi colegio es tranquilo pero ya va a ese mismo camino pero a narcotraficante... espero que no llegue alli