Los escritores -valga la redundancia- escribimos todo el tiempo. Aunque no toquemos ni una tecla, estamos escribiendo constantemente en nuestra cabeza, versionando todo lo que nos sucede. Sea en una servilleta, una libreta o en el celular (mi sucedáneo por excelencia de ambos), escribimos diálogos, ideas, escenas o detalles para después sembrar en alguna noche esa semilla de la que podría nacer algún milagro que sea digno de compartir con otros. En esta eterna escritura y reescritura me encuentro ahora. Una tontería como comer un helado, reescrita en nuestra cabeza, usando palabras específicas, toma cierta importancia.
“Ella comía su helado de manera obsesiva, hundía la paleta hasta el fondo del recipiente como si escarbara en búsqueda de alguna verdad sepultada en el tiempo. Observaba con toda la atención del mundo el proceso y una vez llegado el fondo retraía la paleta a toda velocidad hasta su boca, como si de aquello dependiera su vida. Estaba completamente abstraída en aquella tarea y yo temía por ella: parecía que al terminar la última onza de aquel elixir fallecería. Sólo me consolaba que su muerte sería una apacible despedida con sabor a tiramisú y topping de chocolate... sin ánimos de sonar suicida, ¿quién podría resistirse a pasar al Hades de esa forma?”
Los escritores escribimos en lugares casi designados para nosotros: parques, cafés, en la soledad de un cuarto, en la cama, en un escritorio. De eso existe muchísimas escenas en el cine y creo que retratar esa típica imagen del escritor con lentes, fumando, tomando café (lo licor) en la medianoche sería un cliché. De lo poco que se habla es de los lugares no habituales para escribir: en la espalda desnuda de una mujer, a mitad de una clase, mientras se come, en el cine, en la clínica, o, como ahora me encuentro, en un bus.
Es tarde, todos los pasajeros duermen, el autobus pasa a toda velocidad por una carretera que se perfila infinita. Me duele el cuerpo: tengo más de 3 horas sentado y pasarán unas 3 más antes de llegar al hotel. Si se hiciera un plano general del autobus se vería un grupo de personas como en trance -ojos cerrados, boca abierta, frente mirando al cielo- y una luz iluminando a una suerte de monje con capucha. La cámara se acerca y consigue a un chico tecleando frenéticamente en su computadora. Lo que sigue es cliché: lentes, cara de trasnochado y mueca de concentración. Puedo llegar a ser el estereotipo de escritor, lo único que puedo tener en mi defensa es que no me tomo demasiado en serio y eso me resta esa aura de “solemnidad” que todo escritor tiene. Me hace humano. Repetitivo. Terrenal. Tal como soy, como ustedes, como todo.
Desde hace rato buscaba excusas para revivir mi blog, pero ya saben que mi círculo vicioso amor-odio con el trabajo me separa de este espacio. Igual, conseguí una excusa que se transformó en un MUST y aquí estoy (además, estoy de viaje, como en mi último post, así que eso me inspira)
El próximo viernes, 27 de mayo, en la "Feria de lectura de Chacao", en el salón Obelisco, a las 8pm, se presentará por segunda vez la antología “Fiesta de la ficción”, donde tuve el honor de participar junto con otros 20 escritores, compañeros de Peña desde hace 4 años. Por segunda vez, tendré el privilegió de dar unas palabras para presentar el libro (junto con nuestro mentor, Sael Ibañez y el editor del libro, Bernardo Infante de BID & CO; además, un par de compañeros leerán relatos cortos que se encuentran en la antología). Valga la cuña para invitar a los lectores de Blue Fields al evento.
... Y como hoy estoy multi-task, aprovecho para desenterrar una entrevista que me hicieron en RCR junto con otros escritores de la antología. Esto fue en diciembre, en el programa Librería Sónica de mi querido amigo y compañero de blog Jason Maldonado. La conversación fue bastante relajada: hablamos del libro y nuestras preferencias literarias, leímos fragmentos de nuestros cuentos, nos reímos (en pocas palabras, todo lo que una conversación debe tener para no aburrir). Acá les dejo el link para que nos escuchen y los espero el viernes 27 de mayo en la presentación de la antología. Pueden invitar a quienes quieran, la idea es hacernos porras jeje.
Entrevista Fiesta de la ficción, aquí
4 comentarios:
Ya me imagino todo full de fans jajaja :) Buen viaje! Saludos :)
Esperemos que en esas largas horas, se te ocurran muchas cosas para el blog!
Bond, amigo Bond. Siempre es un gusto leerte. La creatividad siempre está allí haciendo de las suyas con tu palabra. Vaya mi afecto sincero y si todo sale bien, lluvia y Dios mediante, nos vemos el viernes 27/5. Namaste.
No había leído este post!!
Me encantó la parte del helado (seguro sabes que diría eso) y la parte de los lugares para escribir (cara de Amber) !
Allí estaré señor Bond. Viernes 27, con 23 años y cámara en mano!
Espero esta vez si me des el autógrafo! Antes que la fama ensordezca!
Muack
Xenia
Que fascinante es escribir. Hasta cuando me baño, escribo en mi cerebro.
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