De lo perdido, de lo irremediablemente
perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad
cotidiana de mi escritura, líneas capaces
de cogerme del pelo y levantarme cuando mi
cuerpo ya no quiera aguantar más.
Roberto Bolaño, Amberes
... y así se supone que comienza el libro que todos los días me rehuso a comenzar a escribir. Cuando abrí este espacio lo hice con el único pretexto de obligarme a escribir "algo" a diario. Luego el asunto fue semanal. Ahora casi mensual. Contrario a lo que debería esperarse, mi escritura personal e íntima es casi nula. Me he ido convirtiendo en una simple funcionario más (en todo el sentido kafkiano de la palabra) y cada día me estanco un poco, lento pero seguro, en la puta rutina que parece tragarse todo (el arte, la belleza, los amigos, los amores, los recuerdos y los sueños). Todos los días me aferro a los libros y las películas, como si únicamente el consumo del arte pudiese salvarme de este abismo. "La formación es importante", me repito como un mantra para no enloquecer, para no sentirme completamente desligado de mí mundo. Las ideas fluyen a borbotones, tenía años sin tantos temas u obsesiones por escribir, pero el tiempo (el puto tiempo que enloqueció a Proust) se encarga de destruirlo todo con su despiadado tic-tac. Lo peor es que el único culpable soy yo, él que pone todo por encima del arte siempre he sido yo.
Al final de cuentas, todo termina resumiéndose a un acto de fe: el artista, por más novato e incauto que sea, debe creer y sentir que es un artista. En el primero momento en el que comienza a dudar de sí mismo, todo está perdido. Cuando digo que debe creerse artista no me refiero a esos charlatanes que viven con el ego en las nubes -esto empeora las cosas-, el ego es una promesa de éxito sin suelo y únicamente promueve la destrucción prematura del creador. Me refiero a ser artista más que creer serlo. Un verdadero artista vive por y para el arte, una persona que se cree artista pretende vivir así. Esto -por lo general- no requiere de esos sacrificios que muestran las películas o en las biografías de ciertos autores ("era pobre, vivía debajo de un puente y escribía compulsivamente hasta que un día la suerte le sonrío"). Lo que se pide es un mínimo de respeto por la profesión. Un médico se dedica X cantidad de horas al día a su labor, por eso es un médico. Si sólo repitiera a todos que es médico y ejerciera un par de horas, una vez al mes, sería un charlatán (además, la calidad de su trabajo sería sumamente dudosa). Lo mismo sucede con el artista. No se puede ser escritor sin escribir.
Olvidando las vueltas que doy para exponer el tema, todo podría resumirse a una sola palabra: compromiso. Tenemos el caso de M., por ejemplo. M. sabe que debe cumplir con su trabajo o pueden prescindir de él, por eso se lo toma en serio. En cambio, el arte siempre puede esperar (al menos eso cree él). He allí el peor de los males. El problema se extiende todavía más: en el entorno de M., todos le dan demasiado peso al trabajo. Por ejemplo, es completamente válido que M. se amanezca trabajando para Z., que no almuerce porque tiene presentación con X., que no vea a sus amigos por un viaje relacionado con aquel negocio de W. Pero es inadmisible -tanto para M. como para todo su entorno afectivo y familiar- que M. se trasnoche dedicado a su arte, que actúe como un verdadero artista. Claro está, a todos les le encanta repetir -con orgullo y con la frente en alto-: "M. es un artista". Por supuesto, M. sólo puede bajar la cabeza, sonrojarse, negar su condición no ganada, sentirse como un impostor e irse dando tumbos.
La gente cree que el artista debe dedicarse a su labor durante un horario ridículo: 1 o 2 horas al día. Que en esa ínfima suma de tiempo debe crear algo hermoso y que debe ser reconocido por ello inmediatamente. Cuando, en realidad, el artista es lo más parecido a un apostador: entre más pasa el tiempo, más tickets para la lotería compra y, tal vez -y sólo tal vez-, puede que algún día acierte con su apuesta. Nada está por sentado en el arte. Pocas personas pueden entender esto. Al final, la responsabilidad y el compromiso sólo dependen del artista. Si el no se compromete con su labor nadie lo hará por él. El arte no puede resumirse a un horario de oficina, mucho menos, cual rutina de ejercicio, a 1 o 2 horas diarias: el arte siempre está al acecho, puede exigir 5 minutos a la medianoche -como el trance de un poema- o 6 horas para dar vida a un cuento.
Por eso he decidido rebautizar el tagline de Blue Fields. Intentando realizar un acto de buena fe, compromiso y a forma de rebelión contra mí mismo (mejor dicho, contra el yo que me he impuesto de forma insconciente). Tan grande ha sido mi nivel de resistencia que vengo a publicar esto 2 días después de escrito, como si una fuerza sobrenatural se encargara de alejarme de lo que más amo: la escritura. Que me perdonen los grandes por mi cobardia y falta de constancia y que a su vez me guíen por este delicioso camino que a veces suele torturar.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
17 comentarios:
hola
saludos desde el rincón frio del mundo.
extraño el calorcito de las Europas
espero volver soon
abrazos
Colega, gracias por tus comentarios en mis escombros.
Si así se supone que comienza ese libro que se niega a existir, va bien, bastante bien. Esta "confesión" incluso podría abrir el mismo. Con ella -la estupenda confesión- puedes combatir el letargo o el que se yo que siempre ataca y se queda a vivir en el lápiz o en el teclado. Cosa dura mantener vivo y vigente un blog, no?
"el ego es una promesa de éxito sin suelo", y también sin "sueldo".
¿"este delicioso camino que a veces suele torturar?". Negativo, tortura siempre.
Chapeau.
Escribiste de un temprano...
Pues, me parece bien que hayas decidido y comprometido a mantener tu decision de hacer una de las cosas que siempre te han gustado, y justamente por eso, creo, la palabra compromiso no deberia estar, porque te gusta, pero claro, entre todas las obligaciones del dia a dia, lo que mas amas se convierte de igual forma en un compromiso, entonces adquiere un significado mayor esa palabra, mas que una simple decision.
Me alegra, (creeme que me alegra) saber que te revelaras nuevamente a la gris rutina que eventualmente nos mantiene inmersos, y seguiré (y supongo hay un seguiremos) leyendo de forma mas constante a blue field, nuevamente con vida =).
T.a!
te leí.. sólo quiero que sepas que te leí..
ánimo
Estoy completamente de acuerdo contigo, tenemos un compromiso que no asumimos con el debido respeto.
Hay que creerse el personaje (como dice una de mis profesoras), aunque creerlo conlleve a muchas cosas por hacer.
excelente escrito, te acompaño en las ideas.
Saludos...
B. Luis tengo que contarte que el efecto de tus letras motiva mi pasión, pues como una loca apasionada me describo, pero muchas veces comienzo a perder la motivación por la premura con la que vivo, pero en ti, en ti, revivo esa emoción que sobresalta mi corazón cada vez que te leo y te veo.
Mejor dicho cuando te leo, siento que te veo y cuando estás frente a mi tus palabras se convierten en letras, y sí, es un poco cursi, pero entiendo que estas cosas son así y estando aquí en el anonimato te las puedo decir con total franqueza...
Recuerda que mientras el artista que eres continúe creciendo, podrás ser cada vez más loco...
Sigue adelante mi maniaco depresivo, espero que escribas más amenudo para que sigamos en contacto...
Tranquilo. piensalo asi . no es que estas tratando de retomarlo a la fuerza y algo te impulsa a alejarte, Es mas bien que estas apunto de un Reinvencion, y ya lo estas haciendo, la rutina diaria es lo peor pero siempre volvemos a nuestros blogs ...
Saludos!
Qué más viejo. La recurrencia y la vigencia de la situación que planteas es abrumadora para quienes tratamos de surcar esas aguas y, paralelamente, estamos aferrados a la cotidianidad y sus exigencias. Hoy en día, y bajo nuestro contexto, entregarse al arte plenamente es algo de lo cual podrías arrepentirte a futuro. Aunque, pensándolo bien, siempre ha sido así. Ser artista de medio tiempo es algo válido (utilizar el término así genera algo de ruido) pero a fin de cuentas estás dedicando tiempo a materializar tus sentimientos, inquietudes y deseos, aunque no sea completo. Ten en cuenta que lo que haces es aún más exigente, pues estás dividiendo el tiempo en múltiples obligaciones y, aún así, mantienes tu interés por el arte, te preocupas por ello y te sumerges en él apenas sales de las obligaciones. Ánimo, eso es lo principal. Un abrazo, cuídese.
Bueno sí, pero "las plumas del cuervo" ¿para cuándo?
:p
¿Cuándo fue la última vez que dibujaste?
nunca dejes de lado lo que te apasiona realmente, eso seria olvidar lo que realmente eres, y es algo que no te debes permitir, obligate a salir de esa rutina en la que te encuentras atrapado, y deja que te ayuden a salir en lo que cada dia te sumerges mas y te es mas dificil salir... date una nueva oportunidad! leerte me motiva mucho espero poder seguir leyendote y desde aqui decirte cuanto me importas.
Hey Amigo no se puede ser escritor sin escribir!
Extraño tus letras eh!
Prometiste ser más constante, esfuérzate un poco más por lograrlo.
Mira quién habla... alguien que abandona constantemente su blog... pero conste que yo aun no me he comprometido a hacerlo jeje!
(Que excusa tan barata).
Saludos LuisBond Sigue adelante!!!!
Publicar un comentario